#1979 #Cotidianas #EscritoresUruguayos
Quien pecho abarca loco aprieta
Te propongo construir un nuevo canal sin esclusas ni excusas que comunique por fin tu mirada
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agora...
En esta cotidiana me falta el otoñ… con su instalada transparencia aquel sol amarillo que rodeaba los… y hacía prestigiosa su inmovilidad un cierto aroma a avenidas copadas
Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte tengo ganas de hallarte
La muerte está esperándome ella sabe en qué invierno aunque yo no lo sepa por eso entre ella y yo levanto barricadas
Amílcar, viejo compinche: Te extrañará recibir esta carta quilométrica, pero a alguien tengo que contarle mi historia y por algo sos mi amigo, ¿no? Vos bien sabés que técnicamente nunca...
Es mía la inocencia ánfora de cristal tan desvalida que nada me sugieren sus añicos la juventud es mía y es además atávico susurro
Tu nombre es como el crisol donde se funde la hazaña tu nombre es como la caña que endulza con lluvia y sol de su destino naciente
Dice mi amigo Bud que los ovnis n… de marte ni de la urss ni de cabo… sencillamente llegan de un remotís… con la peregrina intención de inve… cómo fue que los terrestres empeza…
País lejos de mí / que está a mi l… país no mío que ahora es mi contor… que simula ignorarme y me vigila y nada solicita pero exige que a veces desconfía de mis pocas…
Quedan las cáscaras de vida la solidaridad de las columnas las pausas del escombro el pavoroso cielo gris la tierra exasperada
Aclaro que éste no es un testament… de esos que se usan como colofón d… es un testamento mucho más sencill… tan sólo para el fin de la jornada o sea que lego para mañana jueves
A instancias de mis amigos cuerdos… que ya no saben si diagnosticarme prematuro candor o simple chifladu… abro el expediente de mi optimismo y uno por uno repaso los datos
A partir de 1980, yo había estado varias veces en Copenhague y siempre había cumplido con el rito de rendir homenaje a la legendaria sirenita de Eriksen. Debo reconocer, sin embargo, qu...