#1924 #EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresGranadinos #Generación27 #LorcaCanciones
La rosa no buscaba la aurora: Casi eterna en su ramo buscaba otra cosa. La rosa
El diamante de una estrella Ha rayado el hondo cielo, Pájaro de luz que quiere Escapar del universo Y huye del enorme nido
En lo alto de aquel monte hay un arbolito verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos
La noche no quiere venir para que tú no vengas ni yo pueda ir. Pero yo iré aunque un sol de alacranes me coma…
Dulce chopo, Dulce chopo, Te has puesto De oro. Ayer estabas verde,
Blanca tortuga, luna dormida, ¡qué lentamente caminas! Cerrando un párpado
Las gentes iban y el otoño venía. Las gentes iban a lo verde. Llevaban gallos
Teta roja del sol. Teta azul de la luna. Torso mitad coral, mitad plata y penumbra.
Se trajo en el corazón un pez del Mar de la China. A veces se ve cruzar diminuto por sus ojos. Olvida siendo marino
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros
Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos. Tú... por lo que ya sabes. ¡Yo la he querido tanto!
Los arqueros oscuros a Sevilla se acercan. Guadalquivir abierto. Anchos sombreros grises, largas capas lentas.
De los cuatro muleros que van al campo, el de la mula torda, moreno y alto. De los cuatro muleros
Por el arco de Elvira quiero verte pasar Para saber tu nombre y ponerme a llorar. ¿Qué luna gris de las nueve
Córdoba. Lejana y sola. Jaca negra, luna grande, y aceitunas en mi alforja. Aunque sepa los caminos