#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
Abril es un niño rubio que junta flores y pájaros; tiene los ojos azules y va vestido de blanco. Mayo es un niño aguador
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.
Moterita de madera llena de polvos de arroz, con tapa de cristal fino y la mota de plumón. ¿De quién será la motera
¡Tilín! ¡Tilán! Campana de oro de la mañana. ¡Tilín!
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
Nombres tuyos, nombres míos, que recibimos de ayer como el agua de los ríos y que debes conocer: Bejucos de la Perdiz,
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla