A Regino Sainz de la Maza
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Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia
¡Viva Sevilla! Llevan las sevillanas en la mantilla un letrero que dice: ¡Viva Sevilla!
La niña va por mi frente. ¡Oh, qué antiguo sentimiento! ¿De qué me sirve, pregunto, la tinta, el papel y el verso? Carne tuya me parece,
La hoguera pone al campo de la tar… unas astas de ciervo enfurecido. Todo el valle se tiende. Por sus… caracolea el vientecillo. El aire cristaliza bajo el humo.
En la mitad del barranco las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria, relucen como los peces. Una dura luz de naipe
Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se march… que si vivo sin mí quiero perderte… El aire es inmortal. La piedra in…
Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
Los caballos negros son. Las herraduras son negras. Sobre las capas relucen manchas de tinta y de cera. Tienen, por eso no lloran,
Desde mi cuarto oigo el surtidor. Un dedo de la parra y un rayo de sol. Señalan hacia el sitio
El magnífico sauce de la lluvia, caía. ¡Oh la luna redonda sobre las ramas blancas!
La luna asoma Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables.
Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas