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La rumba
revuelve su música espesa
con un palo.
Jengibre y canela...
¡Malo!
Malo, porque ahora vendrá el negro chulo
con Fela.
 
Pimienta de la cadera,
grupa flexible y dorada:
rumbera buena,
rumbera mala.
 
En el agua de tu bata
todas mis ansias navegan:
rumbera buena,
rumbera mala.
 
Anhelo el de naufragar
en ese mar tibio y hondo:
¡fondo
del mar!
 
Trenza tu pie con la música
el nudo que más me aprieta:
resaca de tela blanca
sobre tu carne trigueña.
Locura del bajo vientre,
aliento de boca seca;
el ron, que se te ha espantado,
y el pañuelo como rienda.
 
Ya te cogeré domada,
ya te veré bien sujeta,
cuando como ahora huyes,
hacia mi ternura vengas,
rumbera
buena;
o hacia mi ternura vayas,
rumbera
mala.
No ha de ser larga la espera,
rumbera
buena;
ni será eterna la hacha,
rumbera
mala;
te dolerá la cadera,
rumbera
buena;
cadera dura y sudada,
rumbera
mala...
¡Último
trago!
Quítate, córrete, vámonos...
¡Vamos!
Preferido o celebrado por...
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