#EscritoresChilenos
A verte vengo esta noche, por no venir de mañana, si quieres saber quien soy, abre tu puerta tirana. Abre tu puerta tirana,
Son tus ojos los que busco No los encuentro; Son tus labios los que quiero Ver sonreír Pero ellos me son tan ingratos
Pa’ cantar de un improviso se requiere buen talento, memoria y entendimiento, fuerza de gallo castizo. Cual vendaval de granizos
Si lo que amo tiene dueño digo que me moriré, tan lejos venirte a ver mira si no te quedré. Póngame siete botellas,
Volver a los diecisiete después de vivir un siglo es como descifrar signos sin ser sabio competente, volver a ser de repente
¿Qué he sacado con la luna que los dos miramos juntos? ¿Qué he sacado con los nombres estampados en el muro? Como cambia el calendario,
Atención, mozos solteros, lo que les voy a explicar: no porque tengan dinero digan “me quiero casar”. No digan “voy a gozar”
Cuando te vais a casar mándame a avisar con tiempo para hacer dos fiestas juntas, mi muerte y tu casamiento. Cuando te vais a casar
Se ha formado un casamiento todo cubierto de negro, negros novios y padrinos negros cuñados y suegros, y el cura que los casó
Ya se va para los cielos Ese querido angelito, A rogar por sus abuelos, Por sus padres y hermanitos. Cuando se muere la carne
Me mandaron una carta por el correo temprano. En esa carta me dicen que cayó preso mi hermano y, sin lástima, con grillos,
Se juntan dos palomitos en el árbol del amor; fin de la separación que los tenía contritos. Brillaba con sus rayitos
Una flor voy a nombrar, pero no diré cuál es. Aunque todo lo malicien, esa flor no puede ser El romero no lo quiero,
Una paloma ingrata su amante deja, su amante deja, por seguir a otro amante que la aconseja,
En un carro de olvido, antes del aclarar, de una estación del tiempo, decidido a rodar, Run—Run se fue pa’l norte,