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Era mi corazón un ala viva y turbia
y pavorosa ala de ahelo.
 
Era la Primavera sobre los campos verdes.
Azul era la altura y era esmeralda el suelo.
 
Ella—la que me amaba—se murió en Primavera.
Recuerdo aún sus ojos de paloma en desvelo.
 
Ella—la que me amaba—cerró los ojos. Tarde.
Tarde de campo, azul. Tarde de alas y vuelos.
 
Ella—la que me amaba—se murió en Primavera.
Y se llevó la primavera al cielo.
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