A ti te llamaría Ana, te llamaría Juana, te llamaría Rosa, te llamaría hermosa

Quién me iba a decir a mí, cómo me iba a imaginar si yo no tengo un lugar en la tierra. Y mis manos son lo único que tengo

Si yo a Cuba le cantara, le cantara una canción tendría que ser un son, un son revolucionario, pie con pie, mano con mano,

Arrímese mas pa’ ca aquí donde el sol calienta, si uste’ ya está acostumbrado a andar dando volteretas y ningún daño le hará

Somos cinco mil aquí en esta pequeña parte la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?

La hierba de los caminos la pisan los caminantes y a la mujer del obrero la pisan cuatro tunantes de esos que tienen dinero.

El verso es una paloma que busca donde anidar. Estalla y abre sus alas para volar y volar. Mi canto es un canto libre

Una palabra solamente, cubano, déjame que interrumpa tu trabajo. Yo sé que tu machete está muy alto… más allá del futuro de tus manos, más allá que las puertas del desti…

En el valle de Pocuno donde rebota el viento del mar donde la lluvia cría los musgos vive Angelita Huenumán. Entre el mañío y los hualles

Estaba la beata un día enferma del mar de amor el que tenía la culpa, era el fraile confesor. Chiribiribiribiri,

Cuando el sol se inclinaba, lo encontré, en un rancho sombrío, de Lonquén, en un rancho de pobres,

La vida, niña de los ojos negros la vida, de los ojos colorados la vida, tus mayores son mis suegr… la vida, tus hermanos mis cuñados. Ojos negros y pardos

Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados

A Cochabamba me voy a Cochabamba señores cantarán los ruiseñores, a Cochabamba me voy ¡Inti!