(1939)
#EscritoresMexicanos
Un perrito, una zorra, un ratón, y ya son tres. Qué curioso, qué bonito, todos tienen cuatro pies. Pero al rato vino un pato
Un riachuelo oí cerca, cerca de mí, con alegre retintín serpenteando saltarín. ¡Quién pudiera copiar
Al fondo del barril desvencijado que alumbra un rayo de sol, la araña en sus hilos baila tango con los acordes del bandoneón. Don Gato imita el instrumento
Siempre después de cualquier aguacero fíjate bien lo que pasa en el cielo: poco a poquito
Afuera de su cabaña, ya casi al amanecer, una negrita pequeña tenía el capricho de ver, de ver brillar en el cielo
Abuelito... (¡Voy! ¡voy!) Ven a contarme algún cuento de esos mil que tú te sabes y que trate de misterio o de amor.
Escondida por los rincones, temerosa de que alguien la vea, platicaba con los ratones la pobre muñeca fea. Un bracito ya se le rompió,
¿Qué horas son? ¡No lo sé! Las campanas don din dan repicando lo dirán. ¿Qué horas son?
Dime pajarito si para cantar mueves el piquito para arriba y para abajo sin parar.
Van los soldaditos llenos de valor mas al marchar olvidaron que hay que tener tambor; pero como el batallón necesita algún tambor,
Chonita tiene un cotorro que es el tormento de su corazón; le dice: “Vidita, mi cielo, mi rorro, mi güero, ¡mi dulce pasi…
Hay un castillo en las nubes, ¡te juro!, de belleza tal que nunca igual pudo haber más puro.
Los días se van el pobre Calendario se siente adelgazar de modo extraordinario. Sus hojas de papel
La gota de agua que da la nube como regalo para la flor en vapor se desvanece cuando se levanta el sol; y nuevamente al cielo sube
Un barquito de cáscara de nuez adornado con velas de papel se hizo hoy a la mar para lejos llevar gotitas doradas de miel.