Cargando...
Te sentí, como el viento, cuando pasabas ya;
como el viento, que ignora si llega o si se va...
Fuiste como una fuente que brotó junto a mí.
Y yo, naturalmente, sentí sed y bebí.
 
Llegaste como el viento, náufraga del azar,
con tus ojos alegres entristeciendo el mar.
Para que la tarde pudiera anochecer,
te fuiste como el viento, que no sabe volver.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de José Angel Buesa...



Top