Me busqué, te perdí derrapé, malviví todo es tan extraño. Conspiré contra el sol enviudé de farol

Llega al atardecer con su cartera, viste de oscuro, calla por los cod… mi modo de querer, sin malos modos… rezuma savoir faire a su manera. Siempre estamos de acuerdo en casi…

Denle al lector recién desembarcad… sano en tal puerto el Nobel en aga… lo cierto es que esta playa me ha… la vida que perdí en otras batalla… Cuajé novillos, orillé la escuela,

Academia de corte y confección, Sabañones, aceite de ricino, Gasógeno, zapatos topolino, el género dentro por la calor. Para primores galerías Piquer,

Naturalmente que somos dos lujos de la necesidad, no del ingenio ni del orujo, de los amores brujos bailan rumba en la tumba del milen… Lo urgente es frecuentar, con los…

Prohibido prohibir, celebramos una fiesta rompan copas que la orquesta se ha ensayado todos los hits. Joaquín no sabe cantar

Sancionar la inocencia del culpabl… desaprender el código aprendido, quitarle la razón al razonable, dormir con la mujer de su marido. Almacenar sustancias inflamables,

Ese compás que se juega la vida, esa agujeta pinchando el vacío, esas falsetas hurgando en la herid… esa liturgia del escalofrío. Esa arrogancia que pide disculpas,

La sexi star de anónima vagina folla con la rutina de las putas, come pollas en hora de oficina, gana más en propinas que en minuta… Se engaña usted si empaña lo que d…

Para que nada nos amarre, que no nos una nada. Ni la palabra que aromó tu boca, ni lo que no dijeron las palabras. Ni la fiesta de amor que no tuvimo…

Ay Carmela, me duelen tus ojos, sembrando rastrojos canela en la nieve. Como dos carabelas, tan pintas, tan niñas, tan leves.

A las peligrosas rubias de bote que en relicario de sus escotes perfumaron mi juventud. Al milagro de los besos robados que en el diccionario de mis pecad…

Entre dimes y diretes, canales plus, mentideros y reventas, isidros y Manoletes, vuelve el rey de los toreros

Acuérdate de mí cuando me olvides, que allí donde no estés iré a busc… siguiendo el rastro que en el ciel… las nubes que van a ninguna parte. Acuérdate de mí en tus plegarias