A caballo en el quicio del mundo un soñador jugaba al sí y al no Las lluvias de colores emigraban al país de los amores Bandadas de flores
Cebolla luminosa redoma, pétalo a pétalo se formó tu hermosura, escamas de cristal te acrecentaron
¡Mírenle la estampa! Parece un ratón que ha cogido en t… con ese morrión. Fusil, cartuchera, tambor y morral… tiene cuanto quiera nuestro genera…
El elefante lloraba porque no queria dormir... —Duerme elefantito mío, que la luna te va a oir... —Papá elefante está cerca,
No quedará en la noche una estrell… No quedará la noche. Moriré y conmigo la suma del intolerable universo. Borraré las pirámides, las medalla…
Todo es muy simple mucho más simple y sin embargo aún así hay momentos en que es demasiado para mí en que no entiendo
El Pan, según la Biblia, resulta ser tan antiguo como el hombre mismo. Adán, vegetariano, al ser echado de su huerta, no sólo fue condenado a ganarlo con el sudor de su frente, sino que...
Es flaca sobre manera toda humana previsión, pues en más de una ocasión sale lo que no se espera. Salió al campo una mañana
El madrejón desnudo ya sin una sed… y la luna perdida en el frío del a… y el campo muerto de hambre, pobre… El coche se hamacaba rezongando la… un galerón enfático, enorme, funer…
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacer...
Es la mañana llena de tempestad en el corazón del verano. Como pañuelos blancos de adiós via… el viento las sacude con sus viaje… Innumerable corazón del viento
Cuando tú te quedes muda, cuando yo me quede ciego, nos quedarán las manos y el silencio. Cuando tú te pongas vieja,
Antes que el sueño (o el terror) t… mitologías y cosmogonías, antes que el tiempo se acuñara en… el mar, el siempre mar, ya estaba… ¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel…
Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al d… se tiene al que cabalga en el cuad… y al del coche que empuja la insti… y al niño gringo que carga la crio…
Percibo lo secreto, lo oculto: ¡Oh vosotros señores! Así somos, somos mortales, De cuatro en cuatro nosotros los h… Todos habremos de irnos,
Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cie… lo que estaba dormido sobre tu alm… Es en ti la ilusión de cada día.
Simón el bobito llamó al pastelero… ¡a ver los pasteles, los quiero pr… —Sí, repuso el otro, pero antes yo… ver ese cuartillo con que has de p… Buscó en los bolsillos el buen Si…
Tres eran, mas la Inglaterra Volvió a lanzarse a las olas, Y las naves españolas Tomaron rumbo a su tierra; Sólo Francia gritó: «¡Guerra!»
El hijo de Rana, Rinrín Renacuaj… salió esta mañana, muy tieso y muy… con pantalón corto, corbata a la m… sombrero encintado y chupa de boda… “¡Muchacho, no salgas!” le grita m…
Ay hijo, sabes, sabes de dónde vienes? De un lago con gaviotas blancas y hambrientas. Junto al agua de invierno
Les tocó en suerte una época extra… El planeta había sido parcelado en… cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico,
Yo quiero ser llorando el hortelan… de la tierra que ocupas y estercol… compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento…
La calle se llenó de tomates, mediodía, verano, la luz
Cuando me miras mis ojos son llaves, el muro tiene secretos, mi temor palabras, poemas. Sólo tú haces de mi memoria
Me gustas cuando callas porque est… y me oyes desde lejos, y mi voz no… Parece que los ojos se te hubieran… y parece que un beso te cerrara la… Como todas las cosas están llenas…
Qué vanidad imaginar que puedo darte todo, el amor y la… itinerarios, música, juguetes. Es cierto que es así: todo lo mío te lo doy, es cierto,
No habrá nunca una puerta. Estás… y el alcázar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro. No esperes que el rigor de tu cami…
ante la lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra Alejandra no lo niegue… hoy te miraste en el espejo y te fuiste triste estabas sola
En el pasadizo nebuloso cual mágico sueño de Estambul, su perfil presenta destelloso la niña de la lámpara azul. Ágil y risueña se insinúa,
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fi...