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Reinaldo Bustillo

Reinaldo Bustillo Cuevas nació en San Juan Nepomuceno, Colombia, hijo del poeta Ismael Bustillo Angulo y Doña Elena Cuevas Arrieta, hija a su vez del Medico Honoris Causa Don Manuel Cuevas Martínez. Fue profesor de Matemática y Literatura en La Normal Superior para Señoritas Mercedes Elena de Pareja; en la Concentración de Educación Media Diógenes Arrieta; y en el Colegio de Bachillerato Silvia S de Arrieta donde fungió de rector. Fue elegido Diputado a la Asamblea de Bolívar por el partido Nuevo Liberalismo, comandado a nivel nacional por el mártir Luis Carlos Galán Sarmiento. Ha publicado tres poemarios: “Te Espero en la Orilla del Recuerdo”; “Migajas de Amor” y “El Cielo de mi Tierra es Diferente”; un ensayo: “Diógenes Arrieta, Guerrero de la Pluma y la Palabra”; es autor de numerosos poemas, cuentos y ensayos, publicados en Revistas Nacionales y Extranjeras; colaborador del diario “La Libertad de Barranquilla”; de “El Espectador” de Bogotá”; Letra Digital” del Uruguay; Symbolos de México D.F; “Comparto mi Cultura” de Argentina; ha sido traducido al portugués por Urda Alice Klueger; referenciado por Jaime González Sánchez catedrático de la Universidad Santa Cruz de la Sierra de Bolivia por el Trabajo “Moral Antropológica“; lector invitado varias veces por la Radio La Quebrada de Argentina en el “Programa Una Noche Inolvidable”; Mención Especial de SADE (Sociedad Argentina de Escritores), con el soneto Mi Terruño, dedicado a San Juan Nepomuceno, en el Concurso Internacional del Soneto en Dolores; Miembro del Club Internacional de Escritores “Palabra sobre palabra” de España, donde fue Creador del “ Grupo Amantes del Soneto”, adscrito al Grupo PsP y designado como profesor de CEL ( Centro de Estudios Literarios). Obtuvo el primer lugar en el Concurso Internacional de “Un Soneto Para Soria- España”, convocado por “Amistad Numancia” con el propósito de exaltar los méritos heroicos de Numancia, ciudad celtibera, que no pudo ser tomada por las armas del Imperio Romano en el sitio que le infligió en el 133 antes de Cristo , sino que únicamente por un asedio de dieciocho meses se doblegó ante seiscientos mil legionarios, bajo el mando del nieto del Escipión el Africano, Publio Cornelio Escipion Emiliano. Aceptado como Miembro de SELAE (Sociedad de Escritores Latinoamericanos y europeos) con sede en Milán- Italia y de donde es colaborador; y Embajador ante los Escritores Colombianos. Últimamente fue aceptado como colaborados del Blog Corazón del verbo de Sevilla- España, donde publico el soneto “El COLIBRÍ” Y DE LA Revista ALDABA de Sevilla- España. EL CIELO DE MI TIERRA ES DIFERENTE Por Jocé Daniels García El Cielo de mi tierra es diferente es uno de los buenos libros de poesía que en los últimos tiempos ha caído, por voluntad de las musas, en mis manos, y como todos los libros de Reinaldo Bustillo Cuevas lleva el estigma indeleble de quien a través de los años conoce las leyes de la poesía clásica y sabe cuál es la música, el tono y la melancolía que debe llevar un verso libre. Desde los primeros poemas fluye ese remolino lírico y entonces observamos que detrás de bambalinas, las metáforas ocultan un código referido a San Juan Nepomuceno. Demuestra como todo buen aeda que cuando quiere algo lo imagina, lo crea y lo eterniza con su pluma, donde lentamente aparece el ingenio y la imaginación, la gracia y la fantasía, la sutileza y el conocimiento de la naturaleza humana, como un hijo de aquellos campos florecidos, como un hijo del espíritu errante de Trino el brujo el cantor de los Montes de María. El Soneto como la máxima expresión del género poético, desarrollado por los poetas castellanos desde Félix Lope de Vega Carpio hasta el caballero del Soneto, don Miguel Rasch Isla, y que en nuestro país ha tenido tantos seguidores, también tiene un espacio en la poética de Bustillo Cuevas. Son Sonetos de Mentira en donde surge una poesía límpida que consolida su estilo personal y como las flautas al viento que cantan el preludio al trinar de los pájaros, Bustillo Cuevas, con sus marcadas influencias piedracielistas, modernistas y románticos pergeña una poesía que se gesta en una realidad vivida, con nombres propios y compromete el paisaje del San Juan de sus recuerdos, su entorno humano y lo viste con las mejores galas de la belleza natural. Conocí a Bustillo Cuevas en las mismas circunstancias en que se conocen todos los poetas de este mundo, una tarde de otoño cuando nos disponíamos a develar los secretos enterrados en una de las criptas del viejo mausoleo donde se decía estaban los versos más bellos de Diógenes Arrieta y que había escrito en tiempos en que las doncellas que buscaban destino con sus multicolores miriñaques coqueteaban muy cerca de donde estaban los otrora empresarios del tabaco. Desde aquellas lluvias hasta nuestros días me he deleitado con sus poesías, bellas tristes, alegres y frescas, libres de estridencias y ambages retóricos, cuyos antecedentes se encuentran sumergidos en otros grandes poetas de San Juan Nepomuceno. Sus versos contrastan con la poesía frívola, cursi y floja de algunos poetas de nuestro tiempo que en medio de la manigua de una ciudad tan anquilosada en material cultural como Cartagena surgen como una gran cártel con sus turiferarios y corifeos para conformar una sociedad de elogios mutuos y así endilgarse epítetos sonoros y coronarse de laurel y presentarse en el panorama intelectual como la pléyade de los elegidos. Organizan concursos y eventos y como en la corrompida Roma de Nerón tocan la lira del triunfo, se ríen de sus propias pilatunas, y al igual que los zoilos de la desgracia, bautizan y excomulgan, pontifican con sus poesías tan débiles que se desgranan en el cernidor de la crítica para quedar regados en el solar de los infortunios. He ahí la diferencia. Bustillo Cuevas con sus versos libres ruge y avasalla, sin facilismo o ilusorios, sin la veleidad cotidiana que ha invadido los fértiles campos de la poesía. En El Cielo de mi tierra es Diferente nos topamos con versos acrisolados que se riegan en el ambiente como un ramillete multicolor y dejan efluvios agradables al espíritu. Gracias a Dios y a Trino el Brujo, aún quedan buenos aedas. Benéfica influencia del soneto en la poesía Libre Artes, Artes literarias, Poesía Rafael Núñez Moledo, poeta autor del Himno Nacional de Colombia y Presidente de le Republica, alguna vez dijo: El cerebro mana el pensamiento como la caña miel. Sin justificar la verdad científica de esta expresión quiero tomar el fundamento metafórico del mensaje para colegir con él, que cada vez que el hombre se expresa, lo hace en armonía con lo que abunda en su cerebro; y que, por lo tanto, el poeta cuando habla hace poesía. Le oí decir a alguien, en alguna ocasión, que poesía es el modo natural de expresarse el vate. Todo lo anterior para decir que la Poesía Libre, como su mismo nombre indica, es poesía; y afirmar, sin el más mínimo temor de desacertar, que en esta forma de poesía se han escrito piezas trascendentales de la Poesía Universal. Pero pido licencia para hacer algunas elucubraciones, de las que respondo sin comprometer a ninguna Escuela y menos a algún autor, sobre lo que considero justificó, en parte, la poesía Libre. Séame así mismo permitido hacer uso de un símil para encontrar el sendero expedito que me conduzca a demostrar la hipótesis que pretendo exponerles. Imaginemos a un malabarista, que cansado de aumentar el número de objetos que lanza, al aire, describiendo un arco, para recibirlos con la otra mano, resuelve tomar objetos de diferentes pesos, ya sea por su tamaño o por el peso específico de los materiales de que hace uso. El público que observa, se siente incapaz de distinguir a simple vista el peso relativo de cada uno de los objetos que forman el arco armonioso del artista. Así el poeta que cansado del isosilabismo resuelve versificar con versos anisosilábicos, no olvida nunca el ritmo, que es en esencia un retomar el concepto griego del uso de los pies, concepto este merecedor de suma atención, para comprender la musicalidad de cada idioma. Decimos, pues, que la poesía versolibrista, consistió en sus orígenes, en el abandono del isosilabismo, pero cada vez que hizo uso de un verso de determinado número de sílabas, su autor se sintió comprometido a cumplir con el ritmo propio de él, no es pues prosa escrita en renglones cortos; recordemos que el verso es un renglón con medida; la libertad a la que alude el término no debe entenderse como despreocupación de la musicalidad, que es condición constitutiva del verso. Es célebre la advertencia, en este sentido, de Machado: Verso libre, verso libre, líbrate mejor del verso cuando te esclavice. Resumiendo diremos que el versolibrismo emplea el verso anisosilábico, pero que cada vez que hace uso de uno cualquiera, está en la obligación de respetar y acatar su ritmo, distribución de acentos, de la manera como la naturaleza del verso en particular requiera. Aquí es donde viene la influencia benéfica del Soneto en la Poesía Libre, en cuanto que estando el soneto sometido a una estricta distribución de acentos, enseña al poeta versolibrista a cumplir este requisito que enriquecerá y hermoseará su verso. Podemos decir, sin el mínimo riesgo de error, que el experto en escribir sonetos tendrá la habilidad de escribir versos libres más rítmicos Por otro lado los poetas que escriben versolibrismo no deben olvidar que la exoneración que se les brinda en cuanto a la rima y al número de sílabas no llega nunca, no puede llegar, a liberarlo del ritmo, pues su producción dejaría de ser verso y se convertiría en prosa; prosa poética si se quiere, pero prosa. El poema Libre, para que quede cabal, exige cadencia, ritmo interno y musicalidad, atributos que vienen dados en formas diferentes que en el soneto , o en general, en la poesía isosilábica. En todo caso el verso libre no es prosa en renglones cortos, es una forma diferente de poetizar, pero que, aunque parezca contradictorio, tiene sus leyes. © Reinaldo Bustillo Cuevas Reinaldo Bustillo Cuevas, después de terminar sus estudios elementales en su pueblo natal, San Juan Nepomuceno, en la Escuela Pública para Varones, entidad única educacional existente en la localidad, para ese entonces, regentada por Don Roque Jacinto Borré Paz, viajó a Cartagena de Indias para asistir a una convocatoria que el Gobierno Central hacía a los estudiantes que aspiraran cursar estudios de Bachillerato. Allí conoció el mar: inmensidad azul, que a las seis de la tarde se salía de su lecho para besarle los pies al sorprendido joven que, sentado en un tronco viejo, no ha podido nunca desgravarlo de su mente y sus amores. Ganó una Beca para el Colegio Nacional Simón Araujo, en Sincelejo actual capital del Departamento de Sucre, pero en esas calendas la segunda ciudad en importancia en el Departamento de Bolívar, donde queda San Juan Nepomuceno. Recién llegado compite en una convocatoria para “El Cuento del Araujo”, con la gratísima sorpresa de salir triunfador con su trabajo “El Beso Amargo”. Para profesores y amigos era sorprendente que un joven con inclinaciones poéticas se destacara además como el mejor estudiante en matemática. Desde entonces estas dos tendencias lo irán marcando para el resto de su vida. Como matemático se destacó, casi de inmediato, como orientador de sus mismos condiscípulos. En el segundo año de Bachillerato por la falta temporal del profesor de matemática y siendo encargado un profesor desconocedor de la materia, se encarga del desarrollo del programa escolar en la materia, bajo el control disciplinario del docente encargado de la asignatura. Durante el resto del bachillerato fue profesor de matemática de sus compañeros e inclusive en algunas ocasiones orientador de alumnos de cursos superiores. Pero su oculta afición hacía la poesía seguía en ascenso, hasta llegar a escribir su primer soneto: Azul. Terminados sus estudios secundarios se traslada a Bogotá a estudiar Ingeniera Civil, pero descuida sus estudios superiores por dedicar la mayor parte de su tiempo a desempeñarse como profesor de literatura, actividad que constituía su principal fuente de ingresos, entonces conoce a una niña que le recuerda, con sus ojos su lejano mar y con su andar a las gacelas de su San juan distante y le dedica el soneto Levedad La fragancia de amor de su sonrisa riega su esplendidez en la mañana, cuando devota llama la campana al santo sacrificio de la misa. Con garbo de gacela, anda de prisa, como emergiendo de una luz temprana que le cede al andar gracia liviana en alígeros pliegues de la brisa. Va pintando de azul con su mirada el tapete de armiño de la nieve, que el frío mañanero patrocina, si burila en el prado su pisada con gracia femenil que, el rastro leve, va inventando el sendero en que camina. Sin concluir sus estudios profesionales regresa a su ciudad natal en calidad de profesor de matemática y de literatura en la Normal Superior “Diógenes Arrieta” y en la “Concentración de Educación Media Departamental, recién establecidas y funda el “Colegio de Bachillerato Silvia S. de Arrieta” donde dictó las asignaturas de literatura y matemática y fungió de rector. Por circunstancia, inesperadas y sorprendentes de la vida, pues nunca había ejercido la actividad política, llega bajo el patrocinio del Líder y posteriormente mártir de la Patria: Luis Carlos Galán Sarmiento a la Asamblea Departamental de Bolívar. No ha dejado nunca de desempeñarse como orientador de las juventudes de la región como guía en literatura. Fue columnista del “Espectador Costa” de Bogotá, y del diario “La Libertad” de Barranquilla durante largo tiempo; y se ha desempeñado como conferenciante en eventos literarios, como presidente fundador de la Casa de la Cultura de San Juan Nepomuceno, y como miembro del “Fondo Mixto para la Cultura del departamento de Bolívar”.

O.C. Bearheart

Hello. My name is Mike. I'm a 30something turning 102 this year. I'm the father to an amazing little girl who I'm unable to see as much as I would like, because I was unable to save her from a lifetime of pain. On this page you'll hear me drone on about topics such as this, being a victim of partners and parents with personality disorders, OCD, PTSD, suicidal ideation, and the occasional nonsensical poem about a snail or a garden gnome. There are horrible people in the world, and many of them are inescapable, and most of you would not believe the chaotic hell my life has led me through. But I have always tried to be the sort of person who I wish others would be. It's so much harder to be a bad person than a good person. Given the issues in my life, I might suffer hazards that would prevent me from furthering this message, so let me attempt to do so here. Be a good person. Know that nothing you do will ever change the world, and that all the help you give to others will ultimately be pointless. But that shouldn't stop you from trying to be the best person you can be. Live as altruistically and conscientiously towards others as possible. Hold open doors, be humble, apologize, offer help. If you see someone in need, don't wait for someone else to come along, because they might not. If you see a need, fill a need. Treat others with kindness and fairness, empathy and equity. If you hurt someone, find out how you can prevent yourself from doing so again in the future. Let people in when you're driving, spare some change to panhandlers, defend kids and animals when you see they're in trouble. The meaning of life is progress. Without growth, there can only be decay. It's too late for humanity as a species, but if everyone reading this could just try a little harder, maybe life wouldn't have to be so unfair. I want to take the time to thank those who follow me directly, as well as those who view my poems in passing. It does not go undetected or unappreciated, truly. Thank you for your support. I hope you all find whatever you’re looking for.

Robert Laurence Binyon

Robert Laurence Binyon, CH (10 August 1869– 10 March 1943) was an English poet, dramatist and art scholar. His most famous work, For the Fallen, is well known for being used in Remembrance Sunday services. Pre-war life Laurence Binyon was born in Lancaster, Lancashire, England. His parents were Frederick Binyon, and Mary Dockray. Mary’s father, Robert Benson Dockray, was the main engineer of the London and Birmingham Railway. The family were Quakers. Binyon studied at St Paul’s School, London. Then he read Classics (Honour Moderations) at Trinity College, Oxford, where he won the Newdigate Prize for poetry in 1891. Immediately after graduating in 1893, Binyon started working for the Department of Printed Books of the British Museum, writing catalogues for the museum and art monographs for himself. In 1895 his first book, Dutch Etchers of the Seventeenth Century, was published. In that same year, Binyon moved into the Museum’s Department of Prints and Drawings, under Campbell Dodgson. In 1909, Binyon became its Assistant Keeper, and in 1913 he was made the Keeper of the new Sub-Department of Oriental Prints and Drawings. Around this time he played a crucial role in the formation of Modernism in London by introducing young Imagist poets such as Ezra Pound, Richard Aldington and H.D. to East Asian visual art and literature. Many of Binyon’s books produced while at the Museum were influenced by his own sensibilities as a poet, although some are works of plain scholarship– such as his four-volume catalogue of all the Museum’s English drawings, and his seminal catalogue of Chinese and Japanese prints. In 1904 he married historian Cicely Margaret Powell, and the couple had three daughters. During those years, Binyon belonged to a circle of artists, as a regular patron of the Wiener Cafe of London. His fellow intellectuals there were Ezra Pound, Sir William Rothenstein, Walter Sickert, Charles Ricketts, Lucien Pissarro and Edmund Dulac. Binyon’s reputation before the war was such that, on the death of the Poet Laureate Alfred Austin in 1913, Binyon was among the names mentioned in the press as his likely successor (others named included Thomas Hardy, John Masefield and Rudyard Kipling; the post went to Robert Bridges). For the Fallen Moved by the opening of the Great War and the already high number of casualties of the British Expeditionary Force, in 1914 Laurence Binyon wrote his For the Fallen, with its Ode of Remembrance, as he was visiting the cliffs on the north Cornwall coast, either at Polzeath or at Portreath (at each of which places there is a plaque commemorating the event, though Binyon himself mentioned Polzeath in a 1939 interview. The confusion may be related to Porteath Farm being near Polzeath). The piece was published by The Times newspaper in September, when public feeling was affected by the recent Battle of Marne. Today Binyon’s most famous poem, For the Fallen, is often recited at Remembrance Sunday services in the UK; is an integral part of Anzac Day services in Australia and New Zealand and of the 11 November Remembrance Day services in Canada. The third and fourth verses of the poem (although often just the fourth) have thus been claimed as a tribute to all casualties of war, regardless of nation. They went with songs to the battle, they were young. Straight of limb, true of eyes, steady and aglow. They were staunch to the end against odds uncounted, They fell with their faces to the foe. They shall grow not old, as we that are left grow old: Age shall not weary them, nor the years condemn. At the going down of the sun and in the morning, We will remember them. They mingle not with their laughing comrades again; They sit no more at familiar tables of home; They have no lot in our labour of the day-time; They sleep beyond England’s foam Three of Binyon’s poems, including “For the Fallen”, were set by Sir Edward Elgar in his last major orchestra/choral work, The Spirit of England. In 1915, despite being too old to enlist in the First World War, Laurence Binyon volunteered at a British hospital for French soldiers, Hôpital Temporaire d’Arc-en-Barrois, Haute-Marne, France, working briefly as a hospital orderly. He returned in the summer of 1916 and took care of soldiers taken in from the Verdun battlefield. He wrote about his experiences in For Dauntless France (1918) and his poems, “Fetching the Wounded” and “The Distant Guns”, were inspired by his hospital service in Arc-en-Barrois. Artists Rifles, a CD audiobook published in 2004, includes a reading of For the Fallen by Binyon himself. The recording itself is undated and appeared on a 78 rpm disc issued in Japan. Other Great War poets heard on the CD include Siegfried Sassoon, Edmund Blunden, Robert Graves, David Jones and Edgell Rickword. Post-war life After the war, he returned to the British Museum and wrote numerous books on art; in particular on William Blake, Persian art, and Japanese art. His work on ancient Japanese and Chinese cultures offered strongly contextualised examples that inspired, among others, the poets Ezra Pound and W. B. Yeats. His work on Blake and his followers kept alive the then nearly-forgotten memory of the work of Samuel Palmer. Binyon’s duality of interests continued the traditional interest of British visionary Romanticism in the rich strangeness of Mediterranean and Oriental cultures. In 1931, his two volume Collected Poems appeared. In 1932, Binyon rose to be the Keeper of the Prints and Drawings Department, yet in 1933 he retired from the British Museum. He went to live in the country at Westridge Green, near Streatley (where his daughters also came to live during the Second World War). He continued writing poetry. In 1933–1934, Binyon was appointed Norton Professor of Poetry at Harvard University. He delivered a series of lectures on The Spirit of Man in Asian Art, which were published in 1935. Binyon continued his academic work: in May 1939 he gave the prestigious Romanes Lecture in Oxford on Art and Freedom, and in 1940 he was appointed the Byron Professor of English Literature at University of Athens. He worked there until forced to leave, narrowly escaping the German invasion of Greece in April 1941 . He was succeeded by Lord Dunsany, who held the chair in 1940-1941. Binyon had been friends with Ezra Pound since around 1909, and in the 1930s the two became especially close; Pound affectionately called him “BinBin”, and assisted Binyon with his translation of Dante. Another protégé was Arthur Waley, whom Binyon employed at the British Museum. Between 1933 and 1943, Binyon published his acclaimed translation of Dante’s Divine Comedy in an English version of terza rima, made with some editorial assistance by Ezra Pound. Its readership was dramatically increased when Paolo Milano selected it for the “The Portable Dante” in Viking’s Portable Library series. Binyon significantly revised his translation of all three parts for the project, and the volume went through three major editions and eight printings (while other volumes in the same series went out of print) before being replaced by the Mark Musa translation in 1981. At his death he was also working on a major three-part Arthurian trilogy, the first part of which was published after his death as The Madness of Merlin (1947). He died in Dunedin Nursing Home, Bath Road, Reading, on 10 March 1943 after an operation. A funeral service was held at Trinity College Chapel, Oxford, on 13 March 1943. There is a slate memorial in St. Mary’s Church, Aldworth, where Binyon’s ashes were scattered. On 11 November 1985, Binyon was among 16 Great War poets commemorated on a slate stone unveiled in Westminster Abbey’s Poets’ Corner. The inscription on the stone quotes a fellow Great War poet, Wilfred Owen. It reads: “My subject is War, and the pity of War. The Poetry is in the pity.” Daughters His three daughters Helen, Margaret and Nicolete became artists. Helen Binyon (1904–1979) studied with Paul Nash and Eric Ravilious, illustrating many books for the Oxford University Press, and was also a marionettist. She later taught puppetry and published Puppetry Today (1966) and Professional Puppetry in England (1973). Margaret Binyon wrote children’s books, which were illustrated by Helen. Nicolete, as Nicolete Gray, was a distinguished calligrapher and art scholar. Bibliography of key works Poems and verse * Lyric Poems (1894) * Porphyrion and other Poems (1898) * Odes (1901) * Death of Adam and Other Poems (1904) * London Visions (1908) * England and Other Poems (1909) * “For The Fallen”, The Times, 21 September 1914 * Winnowing Fan (1914) * The Anvil (1916) * The Cause (1917) * The New World: Poems (1918) * The Idols (1928) * Collected Poems Vol 1: London Visions, Narrative Poems, Translations. (1931) * Collected Poems Vol 2: Lyrical Poems. (1931) * The North Star and Other Poems (1941) * The Burning of the Leaves and Other Poems (1944) * The Madness of Merlin (1947) In 1915 Cyril Rootham set “For the Fallen” for chorus and orchestra, first performed in 1919 by the Cambridge University Musical Society conducted by the composer. Edward Elgar set to music three of Binyon’s poems ("The Fourth of August", “To Women”, and “For the Fallen”, published within the collection “The Winnowing Fan”) as The Spirit of England, Op. 80, for tenor or soprano solo, chorus and orchestra (1917). English arts and myth * Dutch Etchers of the Seventeenth Century (1895), Binyon’s first book on painting * John Crone and John Sell Cotman (1897) * William Blake: Being all his Woodcuts Photographically Reproduced in Facsimile (1902) * English Poetry in its relation to painting and the other arts (1918) * Drawings and Engravings of William Blake (1922) * Arthur: A Tragedy (1923) * The Followers of William Blake (1925) * The Engraved Designs of William Blake (1926) * Landscape in English Art and Poetry (1931) * English Watercolours (1933) * Gerard Hopkins and his influence (1939) * Art and freedom. (The Romanes lecture, delivered 25 May 1939). Oxford: The Clarendon press, (1939) Japanese and Persian arts * Painting in the Far East (1908) * Japanese Art (1909) * Flight of the Dragon (1911) * The Court Painters of the Grand Moguls (1921) * Japanese Colour Prints (1923) * The Poems of Nizami (1928) (Translation) * Persian Miniature Painting (1933) * The Spirit of Man in Asian Art (1936) Autobiography * For Dauntless France (1918) (War memoir) Biography * Botticelli (1913) * Akbar (1932) Stage plays * Brief Candles A verse-drama about the decision of Richard III to dispatch his two nephews * “Paris and Oenone”, 1906 * Godstow Nunnery: Play * Boadicea; A Play in eight Scenes * Attila: a Tragedy in Four Acts * Ayuli: a Play in three Acts and an Epilogue * Sophro the Wise: a Play for Children * (Most of the above were written for John Masefield’s theatre). * Charles Villiers Stanford wrote incidental music for Attila in 1907. References Wikipedia—https://en.wikipedia.org/wiki/Laurence_Binyon

Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836 – Madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque, mientras vivió, fue moderadamente conocido, sólo comenzó a ganar verdadero prestigio cuando, tras su muerte, fueron publicadas muchas de sus obras. Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido de sus antepasados como José Domínguez Bécquer. Sus más conocidos trabajos son sus Rimas y Leyendas. Los poemas e historias incluidos en esta colección son esenciales para el estudio de la Literatura hispana, siendo ampliamente reconocidos por su influencia posterior. Gustavo Adolfo por Mercedes de Velilla En la margen del Betis murmurante, donde expira, entre flores, la onda inquieta, en monumento digno del poeta, su hermosa estatua se alzará triunfante. El sol le ofrecerá nimbo radiante; sus perfumes, la rosa y la violeta; la aurora, el beso de su luz discreta; el crepúsculo, brisa refrescante. Traerá la noche espíritus y hadas, visiones de Leyendas peregrinas que poblarán las verdes enramadas. La alondra y las obscuras golondrinas cantarán, al lucir las alboradas, las Rimas inmortales y divinas.




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