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Luis Gonzaga Urbina

Luis Gonzaga Urbina fue un escritor mexicano. Figura entre los grandes poetas mexicanos por su calidad estética, madurez, y por haber incursionado en la transición entre el romanticismo y el modernismo. Cuando residió en el extranjero, fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua. Nacido en 1864 y no en 1868, como se dice a menudo)2 en la Ciudad de México y fallecido en Madrid, España, el 18 de noviembre de 1934. Su nombre suele escribirse como LUIS G. URBINA, y en las listas se alfabetiza siempre por el apellido Urbina. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria. Se relacionó con el poeta modernista Manuel Gutiérrez Nájera y con Justo Sierra, con quien trabajó en la Secretaría de Instrucción Pública. Se dedicó a la docencia y a la crítica teatral y musical para diversos periódicos. Durante la Revolución mexicana se trasladó a La Habana y a Madrid, donde murió, viajando también a Buenos Aires y a Italia. Las contradicciones sobre su año de nacimiento son un anuncio de lo poco que se sabe de su infancia. Seguramente fue menesterosa, dada su orfandad, la urgencia con la que empezó a trabajar siendo muy joven, y las condiciones de vida durante el porfiriato. Tras cursar estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de México, e iniciarse con cierta precocidad en el periodismo como redactor de El Siglo XIX, Justo Sierra, Ministro de Instrucción Pública durante el porfiriato, se fijó en él y lo apadrinó tanto en la vida cultural como en la función pública, nombrándolo su secretario personal. De esa época data también su relación con Manuel Gutiérrez Nájera, la otra persona de mayor influencia en su obra. Fue maestro, llegando a ejercer la cátedra de literatura española en la Escuela Nacional Preparatoria y en la de Escuela Nacional de Altos Estudios; periodista autor de celebradas crónicas, y también crítico de música y teatro en diarios y revistas como El Mundo Ilustrado, la Revista de Revistas o El Imparcial, del que llegó a editorialista hacia 1911. También escribió en colaboración antologías y ensayos sobre la literatura mexicana, destacando la Antología del centenario, de 1910 (centenario del grito de Dolores, de 1810, que inició la Independencia), escrita en colaboración con Pedro Henríquez Ureña y el historiador Nicolás Rangel, bajo la dirección de Sierra. Colaboraba también en la mítica revista Azul, divulgadora del modernismo americano, fundada por Manuel Gutiérrez Nájera. Pero si se lo sigue recordando es sin duda por su obra poética original, elegante y emotiva. En 1913 fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de México, cargo que funge hasta 1915. Se recuerda el atinado informe que entregó al gobierno a los cuatro meses de dirigir la biblioteca, reportando la desastrosa situación en la que se le entregó el centro. También fue notorio su éxito en la conservación de las Biblias, muy amenazadas a su llegada. Cuando en agosto de 1915 las fuerzas revolucionarias tomaron la Ciudad de México, y Álvaro Obregón asumió la presidencia, Urbina abandonó el país, no conforme con la revolución constitucionalista, exiliándose en La Habana. Urbina había cometido un error político en la turbulencia revolucionaria, apoyando en 1913, desde su tribuna de El Imparcial, a Victoriano Huerta. En Cuba, como antes en su país, ejerció la docencia y el periodismo. En 1916, su periódico, El Heraldo de la Habana, lo envía como corresponsal a Madrid. En esos años, un buen número de mexicanos ilustres vivieron en Madrid, ya fuera por estudios o exiliados por la Revolución: Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán, Diego Rivera o Ángel Zárraga eran compatriotas vecinos de Urbina.6 Seguirá en Madrid hasta su muerte, salvo intervalos de viajes, de los que los más importantes lo llevaron a Buenos Aires, entre abril y agosto de 1917, a Italia, a comienzos de 1920, y a un frustrado regreso a México en ese mismo año. Muy fructiferó resulta el viaje a Argentina. En la Universidad de Buenos Aires dicta un ciclo de conferencias sobre literatura mexicana, que luego se publica como La vida literaria de México y La literatura mexicana durante la Independencia. En 1918, de vuelta en Madrid, es nombrado primer secretario de la embajada de México en España, cargo que ocupará hasta 1920, año en el que viaja a Italia y regresa después a México. En México es nombrado secretario del Museo Nacional de Arqueología, Etnografía e Historia. Pero el 21 de mayo de 1920 el asesinato de Venustiano Carranza en Tlaxcalantongo, Puebla, vuelve a sacudir a la sociedad mexicana de forma no grata para Urbina, que regresa a Madrid. Nuevamente se le conceden cargos oficiales, esta vez en la comisión "Del Paso y Troncoso", primero como secretario (sucediendo a Alfonso Reyes) y después, desde 1926, como encargado. Murió el 18 de noviembre de 1934. Su cadáver fue inmediatamente reclamado por las autoridades mexicanas, y en diciembre del mismo año entraba en Veracruz. Está enterrado en la Rotonda de las Personas Ilustres de Ciudad de México. Su obra puede bifurcarse en tres ramas: la primera está formada por las críticas musi cales y teatrales dispersas en los medios de la época, si bien se han hecho recopilaciones, y por las crónicas periodísticas que él mismo dio a veces a la imprenta; el segundo son los trabajos académicos de historia de la literatura, que se plasmaron en libros y textos de conferencias. Pero se sigue recordando y leyendo sobre todo al Luis G. Urbina poeta. Obra como cronista En 1929, la Enciclopedia Espasa alababa las crónicas del por entonces madrileño Urbina, calificándolo de sobresaliente en ese género, por saber conjugar un estilo elegante con recursos humorísticos y frívolos, y ser capaz además de hacerlo en una amplia variedad de temas. El mismo Urbina definía la crónica como la capacidad de basarse en hechos reales para hacer con ellos "pirotecnias", "fuentes luminosas", "mágicas y giratorias geometrías”. Como cronista publicó: * Cuentos vividos y crónicas soñadas (México, 1915) * Bajo el sol y frente al mar, impresiones de Cuba (Madrid, 1916) * Estampas de viaje: España en los días de la guerra (1920) * Luces de España (1924) * ... y toda su obra periodística, dispersa en muchos medios, entre otros El siglo XIX, Revista Azul, El Imparcial, Revista de Revistas, El Mundo Ilustrado, El Heraldo de la Habana, Juventud Literaria, El Partido Liberal, Lira Mexicana... Obra académica sobre literatura En cuanto a los trabajos académicos, en 1910 redactó la Introducción a la Antología del centenario, reputada como demostración de su competencia como crítico y estudioso de la literatura. Posteriormente, en todas las etapas de su vida, publicó textos de sus clases y conferencias y libros de literatura mexicana, seguramente concebidos desde la docencia en la Escuela Nacional Preparatoria, en la de Altos Estudios, y luego en La Habana. De igual forma, contribuyó con textos introductorios a los escritos de grandes intelectuales dentro de las antologías editadas en la Colección Cvltvra de Agustín Loera y Chávez y de Julio Torri publicadas a partir de 1916 por la casa editorial Cvltvra. Obras del Urbina académico son: * Antología del centenario (México, 1910, en colaboración con Pedro Henríquez Ureña y Nicolás Rangel) * La literatura mexicana (conferencia, México 1913) * El teatro nacional (1914) * La literatura mexicana durante la guerra de la Independencia (Madrid, 1917) * La vida literaria de México (Madrid, 1917) * Antología romántica 1887-1917 (Madrid, 1917) Obra poética La incertidumbre de su adscripción, entre el romanticismo y el modernismo, define un estilo propio que puede calificarse de romanticismo "contenido" o "pudoroso" si se quiere poner de relieve la distancia que lo separa de los excesos de sensibilidad de los románticos, a veces en las lindes de lo pueril. Pero también se lo puede llamar modernista "sobrio", por cuanto no participa de la exuberante riqueza de vocabulario ni de las extravagancias de sonidos e imágenes de las que se quejaba su contemporáneo y compatriota Enrique González Martínez, al reclamar que se le torciera el cuello al cisne, de engañoso plumaje. Urbina mismo interpretó su falta de adaptación a ambas corrientes como causa de soledad, o rechazo: "Los modernistas no me reputan como suyo" —dijo— "porque me consideran romántico; los románticos no me tienen como suyo, porque me encuentran modernista” Como ocurre con otros poetas de la época, como el mismo Amado Nervo, la obra de Urbina gozó de gran éxito popular en su tiempo, y tal vez medio siglo más, para luego perder algo de vigor y verse sometida a críticas más severas. La historia del cautivo beso enamorado de una mano de nieve de su poema Metamorfosis sigue estando entre los textos más memorizados y declamados en México, y ninguna antología de la literatura hispanoamericana debería carecer de una selección de poemas de Urbina. Alfonso Reyes lo tenía por persona "de rara penetración"; quizá fue esa penetración la que le permitió trasladar a sus versos lo esencial de romanticismo y modernismo, liberándolos con extraño filtro de los excesos de ambas corrientes. La crítica no olvida, sin embargo, sus reiteraciones un poco cansinas de los temas tratados, su estrecho repertorio léxico y su tono en general "menor", aunque emotivo y sentimental. Los libros de poemas que suelen citarse son: * Versos (México, 1890) * Ingenuas (París, 1910) * Puestas de sol (1910) * Lámparas en agonía (México, 1914) * El poema de Mariel (1915) * Glosario de la vida vulgar (Madrid, 1916) * El corazón juglar (1920) * Cancionero de la noche serena (1941) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Gonzaga_Urbina

Armando Uribe Arce

Armando Uribe Arce (Santiago, 28 de octubre de 1933—ib., 22 de enero de 2020)​ fue un poeta, ensayista, diplomático y abogado experto en derecho minero chileno de la llamada generación literaria de 1950, Premio Nacional de Literatura 2004 y profesor titular de La Sorbona en varias ocasiones. Armando Uribe cursó sus estudios primarios y secundarios en el Saint George's College. Sus primeros poemas aparecieron en periódicos alrededor de 1950, siendo estudiante, y su primer libro, en 1954 con prólogo de Roque Esteban Scarpa. Entre una y otra fecha, Uribe había participado en la academia literaria El joven laurel, que dirigía Scarpa en el Saint George, y participado en la antología homónima publicada en 1953 En 1957 contrajo matrimonio con Cecilia Echeverría Eguiguren, con quien vivirá 44 años. Al año siguiente, Uribe ayudó a publicar Inquietante extrañez, recopilación de los collages de su mujer. La pareja tuvo cinco hijos. Después de egresar de Leyes, Uribe viaja a Roma con su esposa, donde continuará sus estudios. Fruto de ese viaje y de sus lecturas latinas será, en gran parte, su poemario Los obstáculos. Uribe ejerció también la diplomacia: fue ministro consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores (1967), encabezó la delegación a la Asamblea Extraordinaria de Naciones Unidas en la que se aprobó el Tratado de No Proliferación Nuclear, tema en el que es especialista. Trabajó en la embajada chilena en Estados Unidos (1968-1970) y el Gobierno de Salvador Allende lo nombró embajador en China. Después del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 Uribe rechazó de manera categórica al gobierno de Augusto Pinochet; destituido del Ministerio de Relaciones Exteriores, se exilió con su familia en Francia. Sobre esa época, Romero dice: "No volverá a Chile, ni publicará poesía -en español al menos- hasta 1989, haciendo coincidir este silencio, en un gesto de protesta, con el período de dictadura. Ya de regreso, saca a luz Por ser vos quien sois, libro de verso medido y rimado, como usará desde entonces, compuesto por breves parlamentos líricos, rozando lo dramático". Uribe ha sido profesor en diversas universidades, como la Católica, la Estatal de Míchigan, Studi di Sassari (Italia), La Sorbona (París) y, por supuesto, su alma máter, la Universidad de Chile, donde ha enseñado por más de 30 años. En 1990 regresó definitivamente a Chile. Ha publicado numerosas obras de política, ficción, religión, Derecho Penal y de Minería, y es miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua (1993) y correspondiente de la Real Academia Española. En 1997, Uribe decidió enclaustrarse socialmente, siguiendo el pensamiento de Blaise Pascal. Vive esperando el momento de su muerte en su departamento frente al Parque Forestal de Santiago. Sobre su anhelo de la muerte, señala: "Eso es evidente para todos. La diferencia es que lo puedo manifestar o decir a otros, en lo cual hay algunas mañas. Porque si yo por escrito, y en verso para peor, mencionó tantas veces la muerte y manifiesto el hecho de desaparecer de este mundo, habría que preguntarse si no lo hago para exorcizar mi propia muerte, más que para deleitarme con ella. Cabría preguntarse si no lo hago majaderamente como una forma de vanidad, imponiéndole el anuncio de la propia muerte a terceros por escrito, más que la particularidad fúnebre de lo que digo". Autor prolífico distinguido con importantes premios, Uribe ha escrito también ensayos y obras políticas. Ha sido asimismo traductor de Ezra Pound y Giuseppe Ungaretti, entre otros. Uribe ha declarado su apoyo a la candidatura presidencial del economista Marcel Claude para la elección presidencial de Chile de 2013. Estilo Lo que caracteriza su obra, según el jurado que le otorgó el Premio Nacional de Literatura, "es el compromiso existencial del hombre frente a la vida y la muerte, manifiesto en un estilo dramático y singular desarrollado a través de una extensa producción". Según él, sus poemas se le vienen a la mente en cualquier momento y él las escribe en una pequeña libreta que ha aprendido a llevar consigo todo el tiempo. Pero esto parece casi imposible y contradictorio con la impresión de pulcritud y limpieza que dejan sus poemas. Además, los extraordinarios juegos de palabras y acepciones hacen pensar que el verso fue poco menos que estudiado antes de escrito. La mayoría de sus poemas no tienen título. Él dice que es muy largo titularlos y en cierta forma es verdad: sería ridículo que poemas de un verso tuvieran título (Pobre ave yo pero tú pobre jaula). Además, un título no se avendría con su economía excesiva de palabras. La ironía es uno de los elementos más importantes en la poesía de Uribe. Ayudado por su amplio vocabulario y erudición, sus poemas a veces parecen una última carcajada de rabia de alguien que está a punto de morir. Dentro de la ironía destacan sobre todos sus poemas políticos, donde versifica sobre temas como su destierro y “el tirano” (Las poderosas manos sanguinarias sanguíneas del tirano). Pero el tema más común de Uribe es, sin duda, la muerte, aunque no debe creerse que él le tema, o que esté triste porque se le va la vida y cosas así, sino que todo lo contrario: está enojado porque la muerte no se lo lleva nunca. Gran parte de sus poemas son desafíos públicos a la muerte. (Cuerpo, te pido por favor / sepárate del alma, o sea muérete / sea un masivo ataque al corazón / o sea lo que sea pero adrede). El deseo de morir en Uribe llega al punto de considerar el ser como un pecado (Para mí hasta las flores de los prados / hacen mal por el hecho de ser). Pareciera que vivir le es un trabajo dificilísimo (Vive; que no es morir el heroísmo mayor). Al respecto, Uribe ha dicho: "Me sorprende ver hasta qué punto he repetido mi interés en los mismos asuntos. La muerte desde el comienzo; incluso desde los catorce años, que fue cuando escribí mi primera poesía. Eso me interesó desde que advertí que uno se moría. ¡Aunque uno quiera, no es eterno! Entonces, he repetido ese tema desde el comienzo hasta el final en términos que no son tan diferentes, salvo que tal vez, sin darme cuenta, he tratado de profundizar más".7 También está muy presente el tema de la existencia de Dios, sobre todo en la pregunta del qué sucederá después de la muerte. Uribe dice que no sabe si creer o no creer, pero que la divinidad es algo ineludible; es decir, cree. Se cuestiona las cosas, pero, al fin y al cabo, << Tú eres el Dios que se te ocurre ser>>. Es común en Uribe que sus poemas comiencen con unos versos citados de otros autores o pensadores (los más comunes: Cervantes, Pascal, Stendhal y Petronio). Tiene que ver, quizás, con su vida recluida y erudita. Otros temas que le preocupan son: la desigualdad social, las mujeres y en general otros temas metafísicos. Premios * Premio Municipal de Literatura de Santiago 1990 por "Por ser vos quien sois * Premio de la Crítica 1990, otorgado por el Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso * Finalista del Premio Altazor de Poesía 2000 con Imágenes quebradas * Finalista del Premio Altazor de Poesía 2001 con Contra la voluntad * Premio Altazor de Poesía 2002 por A peor vida * Premio Altazor de Ensayo 2002 por Fantasma de la sinrazón y el secreto de la poesía * Premio Nacional de Literatura 2004 * Finalista del Premio Altazor de Poesía 2011 con Vergüenza ajena Obras * Transeúnte pálido, poesía, 1954. * El engañoso laúd, poesía, 1956. * De los delitos calificados por el resultado, 1957. * Los obstáculos, poesía, 1961. * Una experiencia de la poesía: Eugenio Montale, ensayo, 1962. * Pound, ensayo, 1963. * Extradición Walter Rauff, 1965. * Repertorio de palabras de la ley penal chilena, 1965. * Posesión minera, 1965. * Los veinte años, 1965. * Léautaud y el otro, ensayo, 1966. * Dominio minero, 1966. * No hay lugar, poesía, 1971. * El libro negro de la intervención norteamericana en Chile, ensayo, 1974. * Ces messieurs du Chili, 1978. * Por ser vos quien sois, poesía, 1989. * Antología de Ezra Pound-Homenaje desde Chile, 1995. * Alone, la sombra inquieta, 1997. * Odio lo que Odio, Rabio como Rabio, 1998. * Carta abierta a Patricio Aylwin, 1998. * Las brujas de Uniforme, 1998. * Imágenes quebradas, 1998. * Los Ataúdes-Las Erratas, 1999. * Las críticas de Chile, 1999. * El accidente Pinochet, 1999. * A Peor Vida, 2000. * Contra la voluntad, 2000. * El Fantasma de la sinrazón y el secreto de la poesía, 2001. * La inquietante extrañez, 2001. * Verso bruto, 2002. * Carta abierta a Agustín Edwards, 2002. * Memorias para Cecilia, memorias, 2002. * "Caballeros" de Chile, 2003. * Diario enamorado, 2003. * Cabeza de vaca, 2003. * El criollo en su destierro, 2003. * Obras reunidas (1951-1989), Tajamar Editores, 2004 * Las críticas en crisis, 2004. * ¿Qué debo hacer?, 2004. * 50 Años de Poesía (Cds antología oral, 3 volúmenes, sello Leutun, 2004. * De muerte, 2004. * Conversaciones en privado, 2004. * El viejo laurel, antología poética, Ediciones Tácitas, Santiago 2004; selección y prólogo de * Juan Cristóbal Romero * Desdijo, 2005. * Insignificantes, 2005. * Ahorcón, 2005. * Te amo y te odio, 2005. * La fe el amor la estupidez, 2006. * De memoria. By heart. Par coeur, 2006. * Coloquio del oro y del moro, 2006. * De nada, diario en verso, 2006. * Apocalipsis apócrifo, 2006. * Ídem, 2008. * Hecho polvo, 2009. * Vergüenza ajena (antipática, tonta y fea), 2010. * Baba, Editorial MAGO, 2010. * Nunc, poesía, 2011; ilustrado con sus dibujos y collages de su fallecida esposa, Cecilia Echeverría * Hastío: o variaciones sobre lo mismo, Universitaria, Santiago, 2011 Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/Armando_Uribe

José Umaña Bernal

Umaña Bernal, José (Tunja, 1899; Bogotá, 1982). Estudió en el Colegio Mayor del Rosario y se graduó de abogado en la Universidad Nacional. Gran señor de la cultura y de la vida pública, verdadera autoridad en relaciones exteriores, ocupó cargos diplomáticos en Chile, Portugal, Estados Unidos y, como parlamentado, fue un exquisito orador y ocupó la presidencia del Congreso. Sutil y penetrante crítico, sostuvo sus columnas Estafeta Literaria y Carnet, en El Tiempo, hasta su muerte. Sus textos de poesía: |Itinerario de fuga (1934); |Décimas de luz y yelo (1942); |Dos nocturnos y otros poemas (1942); |Cuando yo digo Francia (1942); |Nocturno del Libertador (1942); |Poesía (1951); |Diario de Estoril (Buenos Aires, 1951); |Seis poemas (Caracas, 1959). Ganó el primer premio en el concurso de teatro colombiano en 1927 con su comedia |El buen amor. Tradujo a Rilke, a quien estudió ampliamente. Con este destacado oficiante del grupo de Los Nuevos —aunque Juan Lozano lo pone en la colección de Los Penúltimos— termina, según Rafael Maya, «toda una época. Umaña Bernal es el poeta cortesano y galante, de flor en el ojal y guantes crema. Es todo el |dandismo finisecular y que halla en nuestro poeta las mejores condiciones de alojamiento para agonizar suntuosamente». Aunque su obra posterior, que ya se desarrolla en el siglo siguiente, entra «en el dominio de lo estrictamente moderno, o modernista, mejor, que es de carácter más barroco que clásico» especialmente en sus décimas, prodigio de síntesis, «una poesía de tema mucho más universal, aunque la forma exterior sea de una tan rigurosa parquedad», concluye el maestro Maya en su prólogo —publicado sólo en separata— al volumen en que recogió toda la poesía de Umaña Bernal el Instituto de Cultura Hispánica de Colombia en 1975 con el nombre de su primer libro y con el subtítulo de «antología inconclusa»... Referencias http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/literatura/quien/quien21.htm




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