Yo de vestíos no entiendo, pero... ¿te gusta de veras ese que te estás poniendo? Tan fino, tan transparente, tan escaso y tan ceñío,

Yo me acerqué hasta tu vera con miedo, ¿por qué negarlo? En las sienes me latían cincuenta y dos desengaños; gris de paisaje en los ojos,

En el estanque del día se han mojado tus palabras. El «no» sin eco posible de tu voz embalsamada, se está muriendo de frío

¿Sepuede pasá? ¿Qué hay, tropa? ¿Qué espera usté? ¿Mi sombrero? Mejor está en mi cabesa que corgao en er perchero. Y además son hijos míos

Mira cómo se me pone la piel cuando te recuerdo. Por la garganta me sube un río de sangre fresco de la herida que atraviesa

Necesito de ti, de tu presencia, de tu alegre locura enamorada. No soporto que agobie mi morada la penumbra sin labios de tu ausen… Necesito de ti, de tu clemencia,

Lo mataron en Granada, una tarde de verano y todo el cielo gitano recibió la puñalada... Sangre en verso derramada,

—¿De dónde vienes tan tarde? ¡Dime, di! ¿De dónde vienes? —Vengo de ver unos ojos verdes como el trigo verde. El sueño juega y se esconde

¡Te quiero!, –me dijiste, y la flor de tu mano puso un arpegio triste sobre el viejo piano. (En al ventana oscura

¿Por qué tienes ojeras esta tarde? ¿Dónde estabas, amor, de madrugada… cuando busqué tu palidez cobarde en la nieve sin sol de la almohada… Tienes la línea de los labios fría…

No lo sabe mi brazo, ni mi pierna, ni el hilo de mi voz, ni mi cintur… ni lo sabe la luna que está intern… en mi jardín de amor y calentura. Y yo estoy muerto, sí, como una ti…

¿Cómo quieres que deje mi vida ent… y mi jardín de sueños y mi luna y… ¿Cómo quieres ponerle orillas a es… que corre libre y ancho desde que… Me brindas una dulce esclavitud an…

«Y me bendijo a mi mare; y me bendijo a mi mare. Diez séntimos le di a un pobre y me bendijo a mi mare. ¡Ay! qué limosna tan chiquita,

¿Te acuerdas de aquella copla que escuchamos aquel día sin saber quién la cantaba ni de qué rincón salía? Pero qué estilo, qué duende,

De laurel, no de acero, con falda de campanas y cristales, la torre es un arquero cuyos leves puñales aun mojados de rosas son mortales.