Yo tuve la dicha,
ante la desdicha,
de ser muy amado,
y he podido al serlo,
superar escollos,
nubarrones negros,
y el destino triste,
que muchos insisten,
se esconde en los años.
Yo tuve la dicha,
ante la desdicha,
de ser muy amado,
y he podido al serlo,
sentir las caricias,
las palabras tiernas,
y el mágico encanto,
de besos y abrazos.
Yo tuve la dicha
ante la desdicha,
de ser muy amado,
y al serlo aprendí,
que como una estrella,
el amor me asiste,
por esas mujeres,
que me iluminaron,
Nota del Autor: dedicado al amor que recibí y desde el vamos, de mi abuela Carmen y mi madrina Josefa.