Yo domino, tu dominas, el domina,
a veces de tanto conjugarlo,
el verbo que prefiere la codicia,
se apropia crudamente la injusticia,
la violencia y la discriminación,
sus motivos no admite la razón,
y se ocultan detrás de las noticias.
Nosotros dominamos,
vosotros dominais,
ellos dominan.
al conjugarlo parece intrascendente,
de manera muchas veces inocente,
no se percibe ni deseo ni intención,
dinero + poder, juntos lo dos,
traen desgracia, esclavitud y el infortunio.
Yo te domino, tu me dominas, el me domina
el alma lo rechazan con pudor,
pero en nombre de un mundo redentor,
hay quienes se creen con arrogancia,
ser los dueños y señores de las almas,
de sus vidas, de los sueños y el horror.