Cada día me envuelve el brazo agonizante de lo mismo, hago un esfuerzo y vuelvo a caer en las mismas trampas, en los mismos engaños, de mí mismo y de los demás, en la misma vida que me secuestra, con las mismas cuerdas  gastadas en un intento de mantenerme. No sé si sea yo o todo el mundo, tal vez sea yo, dedico mi tiempo libre y el prestado complaciendo a todos sin que ellos se den cuenta, y a veces complaciéndolos sí que yo me dé cuenta, tratando de generar sonrisas estúpidas en caras falsas, tratando de aprobar su examen de vista, por qué mejor la vida no me da un maldito bastón para golpearlos, en lugar de eso solo me da razones, y problemas, problemas y más problemas; creo que la misma vida está compuesta de ellos, y si no sostenida en ellos.
Me levanto en la mañana con ganas de que termine este día, ¿para qué?; para querer que termine el otro y así hasta que muera y el mañana que no esperaba gamas llegue y por fin acabe en mí, que mierda de vida.