Cargando...

Una cuerda tirante guarda mi seno

Una cuerda tirante guarda mi seno
que al menor viento lanza siempre un gemido,
mas no repite nunca más que un sonido
monótono, vibrante, profundo y lleno.
 
Fue ayer y es hoy y siempre:
al abrir mi ventana
veo en Oriente amanecer la aurora,
después hundirse el sol en lontananza.
 
Van tantos años de esto
que cuando a muerto tocan,
yo no sé si es pecado, pero digo:
—¡Qué dichoso es el muerto, o qué dichosa!

#EscritoresEspañoles (1884) En Sar del las orillas

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Rosalía de Castro...



Top