#EscritoresMexicanos
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
¿Por qué decir nombres de dioses,… espumas de un océano invisible, polen de los jardines más remotos? Si nos duele la vida, si cada día… desgarrando la entraña, si cada no…
Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, do… sudan, paren, cohabitan. El cuerpo de los hombres prensado… su noche de ronquido y de zarpazo
Antes cuando me hablaba de mí mism… Si yo soy lo que soy y dejo que en mi cuerpo, que en mi… suceda ese proceso que la semilla le permite al árbol
¿Qué se hace a la hora de morir? ¿… ¿Se agarra por los hombros al que… ¿Se echa uno a correr, como el que… las ropas incendiadas, para alcanz… ¿Cuál es el rito de esta ceremonia…
¿Es grande el mundo? —Es grande.… ¿Es largo el tiempo? —Es largo. L… ¿Es profunda la mar? —Pregúntasel… (El Tentador sonríe. Me acaricia… y me dice que duerma.)
La piedra no se mueve. En su lugar exacto permanece. Su fealdad está allí, en medio del… donde todos tropiecen
Ahora estoy de regreso. Llevé lo que la ola, para romperse… —sal, espuma y estruendo—, y toqué con mis manos una criatura… el silencio.
En una tierra antigua de olivos y… ha fechado mi amigo su más recient… Lo imagino escribiendo, sentado en… a la orilla del mar, tirando piedr… sobre el lomo verduzco de las olas…
El sitio que dejó vacante Homero, el centro que ocupaba Scherezada (o antes de la invención del lengu… en que se congregaba la gente de l… para escuchar al fuego)
A veces, tan ligera como un pez en el agua, me muevo entre las cosas feliz y alucinada. Feliz de ser quien soy,
Al pie de un sauce, triste Narcis… o cerca de una roca inexorable quiero dejar mi cuerpo como el que deja ropas en la playa… Ay, mis brazos, guirnaldas desceñi…
Me arrebataron la razón del mundo y me dijeron: gasta tus años compo… este rompecabezas sin sentido. No hay más. Un acto es una estatu… Una palabra es sólo
Solo la voz, la piel, la superfici… pulida de las cosas. Basta. No quiere más la oreja, qu… rebalsaría y la mano ya no alcanza a tocar mas allá.
Nunca, como a tu lado, fui de pied… Y yo que me soñaba nube, agua, aire sobre la hoja, fuego de mil cambiantes llamaradas… sólo supe yacer,