Teníamos en la mirada, un río turbulento, vivo bajo los danzarines árboles la tierra fértil, rodeada de niebl… en ese abandono de piedras,
Mi amante secreto, que desde ese o…
Sentada en el parque, viendo hormigas, donde antes hubo parejas de la mano.Y en el árbol, se escucha una risa sarcástica... quizá el señor de las verdes hojas recuerde aquéllas tardes p...
Era un viaje extraño, mis pupilas dilatadas observaban cada gota: de sangre y de agua. Y caminé por dentro,
El olvido no existe, es como deshacer una lluvia que pa… si gozaste cada una de sus gotas, mojaron tu pelo y tu rostro... la recordarás.
No soy la muñeca fitness, ni que usa altos los zapatos puedo dormir hasta mañana y llegar tarde a todos lados. A veces, hubiera preferido
No sé como responder a una pregunta simple. Tampoco a una compleja. Ignoro que se dice ante una pintura famosa, la veo con desánimo. Las palabras son rugosas como un peñasco o un maulli...
En cuestiones de amor, he sido ingenua. Los raspones de rodillas sanan, siempre. Desde el sillón, la escalera
No hay una solución: el que ama, pierde no hay forma de evitarlo, de seguir intacto... La parte racional
De la piedra, no saldrá el sonido… ni de los bosques, un suspiro. Es necesario despertar a medio sue… y observar la necesidad del fuego, para ser luz o cenizas.
Con la mitad de palabras liberadas para aprender de ti, conocer tus afanes y grises de los días, amores, nostalgias hubiera edificado el cielo,
Siempre sospeché que tu beso era incierto, que detrás de tus palabras húmedas y en movimiento, sólo existía la nada. Una noche, tus ojos parecían alimentarse de los rayos de luna que ca...
Antes de hablar mal de mí, hombre,…
Tengo un poco de soledad, que Dios viste de horizonte, y adormece con milagros, el espíritu preciso, del poema. María Cayo.
Habrá un día que aparezca, con un mínimo de fe y certeza, cuando en las húmedas manos desaparezca la esperanza se alargará el brillo de la luna y