Con la fiel esperanza, te quiero,
con la que nunca se vacían los ríos ni se inunda el mar.
Esta luz que no se apaga en mi frente
es cuesta desgranándose en sus bordes
aflicción a ratos que mata.
Impureza mía y desencanto
baladí la inmortalidad de los hombres afanosos buscándola.
Yo solo busco tu amor
prendido en los ramajes de mi entraña
amarrado al columpio de mis horas que cuelgan de la vigilia
trenzado a mis venas.
En la asfixia de la sal renace el pájaro al vuelo que llevo
por los acantilados de tus ojos planea sigiloso entrar a tu amor.
Con la fiel esperanza, te quiero,
aunque se vacíen los ríos
y se inunde el mar.
8/29/16