Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Soñé a Ana soñando Praga plácido amanecer callejuelas adoquinadas de bruma. Ana camina reflejo de luz de farolas
Pero me atraen los muelles inútil resistencia humana la de los besos tormentosos noctil… en el delirio del dolor del deseo. Sólo yo y la noche
Afuera rugía el viento desatando los campos. Silueta indómita me habló sin palabras: cuando maduren las uvas
Sangra la desolación de las certez… duelen las vacilaciones de fragmen… abordan los manotazos de mejor air… renuncia la respiración artificial grisea el rastro humano en estéril…
Leyendo las manchas evoco la locura de Lady Macbeth y me repito en silencio somos las opciones que elegimos. Y me reitero en aúllo
Se mezclan se chocan se cruzan se clavan en el corazón el significado y las evidencias.
En lo que resta del día la alegría fuera del mundo se adueña en mí de un saxofonista callejero propiciador de sentidos.
Improvisar realidades reinventar apuntes por un amanecer templado de besos apostar y perder toda la llanura desde la puerta entornada.
Estudien la vida de las cucarachas sabiendo cómo son salvarán el planeta. Son sobrevivientes natas saben intuyen la presencia del otr…
Cada amanecer soy otra dibujando y desdibujando una y otra vez las fronteras indagando el rostro en territorio de sueños.
Cómo desmontar mecanismos trampas anzuelos maquinaciones liberar las alas imperfectas me pregunto. El sonido
Cada tanto asoma un día soplo de primavera estela de palabras en impresionista luz y realismo sin vocación.
Cabalgan sobre el viento desean al amanecer manso y sutil con locura de sonidos. Necios vuelan hacia el sol
Se mira al espejo se descubre en tres dientes y una… investiga quiere asirse se saluda con su vecino en el vidr… un dedo se apoya en la otra imagen
Decidió tomar un poco de aire a bocanadas a manotones en realidad.