Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Cabalgan sobre el viento desean al amanecer manso y sutil con locura de sonidos. Necios vuelan hacia el sol
Castro Barros hacia Lima tarde apurada y ahí conexión con el C para Retiro denso túnel de multitud y alta tem…
Un hombre cualquiera una mujer cualquiera se reconocen al instante tan íntimos tan próximos tan aleja… En la afonía de un aleteo
Noticias truncas atraviesan al sesgo el día saudades del destierro. En ocasiones muchas andanzas
Después de la medianoche los consumidores omnívoros del abi… y sus máquinas de humo por fin se apagan.
Soñé a Ana soñando Praga plácido amanecer callejuelas adoquinadas de bruma. Ana camina reflejo de luz de farolas
La plantan al frente de la nave tal vez parezca inmóvil pero debe hacerse cargo del timón. Sobrevienen tempestades
A veces salva del pesar de vivir el eco de voces ajenas ofrecer las manos vacías los nombres del silencio generar espacios
Sola honro melancolía vastedad y existencia pequeño vislumbre humilde esperanza devenir en el que escucha
Aquel bosque filigranado de ausencias atrajo los recuerdos. La pausa del color despojó
Es lo que se posterga me digo tiempo desértico de vida lo que va estructurando el espacio del avance de la noche.
La bruma espesa la realidad pájaro de la mañana amanece activo entre las gentes poeta de lo inconsulto.
He venido desde tan lejos y viajo y viajo con sed de búsqueda hasta que llego hasta que viene a mí
Improvisar realidades reinventar apuntes por un amanecer templado de besos apostar y perder toda la llanura desde la puerta entornada.
Se mezclan se chocan se cruzan se clavan en el corazón el significado y las evidencias.