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El ahorcado.

Tr(3)s noches.
Y a ti, como milagro, te creí desde la primera.
 
Podía palpar tus palabras,
y con mis dedos,
ponerlas en tu lengua.
Lograr que me lamieras las pupilas,
ardiendo en llamas,
sin marcas,
ni firmas,
ni salvoconductos.
 
Debí pensarlo tres veces,
antes de lanzarte mi mirada de pantera en celo;
No debí obligarte a cazarme,
con aquella pistola y la soga en tu cuello.
 
En definitiva,
la vida es una puta,
que se esfuerza por hacerse la digna
aparentando no venderse al primer postor.
Pero es tan sucia que cuando tiene la oportunidad de escabullirse y cambiarse el nombre,
te escupe en la cara y se lleva todos tus versos,
 
Todos
y cada uno
de tus putos versos.

ADHJ.

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