Memoricé tus rasgos y cada gesto de tu risa
grabé en mis pupilas como se retuerce tu mandíbula cuando enciendes el cigarro
y te fotografié cerrando los ojos
cuando piensas intensamente.
En mi mente te escucho pronunciar palabras
que jamás dirías
y así puedo imaginar que estás conmigo
y que nunca te has ido.