Antes me preocupaba si alguna situación me produciría alegría o más dolor. Ahora no tengo afán y mañana a quién le importará. Solo puedo pensar que este es el buen momento en que te puedo escribir la última carta que te prometí hacer, nuevamente reitero, que no la leerás, pero promesas son promesas y ya está. No tengo mucho por decir, hace poco me salió una frase un tanto peculiar, absurda y estúpida como siempre, pero me salva de alguna crisis entre mis 25 demonios y yo, y como funciona, pues acá está:

—El tiempo, se me mete en la boca hasta el esófago, como hormigas de fuego subiendo y bajando hasta hacer aftas en la pesadez de la memoria y no sé si esto se pueda tomar por una febril y efímera caricia para hacerme sentir que, realmente se vive, aunque sea un instante, en la asfixiante manera en que comprendo la existencia. Pero ¡Que dilema! entre todo esto, no saber cómo robarle tiempo al tiempo.

Señor Patarrosho, lo intenté, abstraer todo mi campo energético y volar hasta la profundidad de ti y ser en esencia uno. No fue fácil pero me agrada verle a los ojos y saber que aún existimos. Laura es realmente feliz hasta que conozca el concepto de tiempo, pero sé que como tú o como yo, como otros tantos, sabrá reflexionar sobre ello y le dará a su vida el sentido que se merece. Y como lo intenté, puedo entender a qué te referías: Sanar personas, absorber vibraciones, multiplicarlas. Es la leyenda de Jesús con los peces y el vino. Ver el mundo en abstracto, en FrAcTaLeS si se quiere definir para entenderlo en lo palpable. Es una pena que no todos entendamos esto con la rapidez necesaria para abordar el mundo es su complejidad y su plenitud, pero gracias.

Los sueños no han cambiado, tengo tantas cosas para mostrarte y ahora sé con certeza en que hora, fecha y lugar, lo sé todo, el Aleph se queda corto ante la grandeza de lo aprendido y le suelto al mundo que no es de creer, jamás se trató de eso, sino de comprender que se comprende hasta que te despojas de lo que buscas, hasta del amor infinito por la humanidad, que por cierto lo toman de misantropía, pero no es es eso, es el despojo absoluto hasta de uno mismo para ver hasta mirar la razón misma de ser.

¿Me duele algo? hoy leí las 99 cartas que te he enviado y me parece, gracioso, exquisito, hasta vergonzoso, aburrido, insignificante, haber sufrido tanto por un amor, cuando comprendo bien que siempre vamos a estar el uno para el otro, estaré con todos ellos y con los que sé que vienen, con los hijos de mis hijos, hasta con la muerte mía y de mis padres, en una forma más bella y sublime, en eso que Dalí derritió en un cuadro. En eso que anda suspirando por las alcobas y se derriten en los laberintos Borgianos y a la vez se queda estático en las rayuelas.  No hace falta que te escriba más porque ahora todo vibra en perfecta sincronía.

Mañana paso por Laura a las dos.