La puesta del Sol en la playa.
20/06/2012 Puerto Vallarta, México.
Hay tantas razones, por las que siempre preferí
la puesta del sol en la playa.
Sabias desde siempre, que no disfrutaba tanto las tardes calurosas, ni a la gente de fiesta, perturbando el canto del mar.
¿Que tiene de lindo vivir en la playa si no disfrutas del sol?
¿Que tiene de divertido pasear en la costa si no te bañas al mar?
Nunca tuve nada personal contra el Sol, le amo.
Le amo lo suficiente como para sonreirle al alba,
y despedirle cuando se recuesta sobre el Pacifico.
¿Que te puedo decir del mar?
El fiel compañero para reflexionar,
siempre te escucha y responde con su sutil voz.
Lo mío no era contra las personas y
sus alcoholizadas fiestas tampoco, en algún momento
les he disfrutado, y la he pasado bien.
He estado acostumbrado a leer al día y caminar por las tardes,
no debería tomarse como prejuicio, tan solo
era aquel estilo de vida al que siempre estuve expuesto
y que en cierta medida disfrutaba.
Quizá nunca podría explicar con palabras que era lo que sentía,
pero siempre podre decir que prefería llenarme de esos momentos, cada que podía.
La arena, las palmeras y la brisa del mar,
perritos caminando y gaviotas volando.
Pelícanos posados en los barrotes y
barcos pesqueros que volvían de largas jornadas.
El momento perfecto para un buen mate, un té
una canción, una charla de viejas memorias.
Para bañarse en el mar, mientras la gente ya estaba en sus sitios
vistiendo exageradamente para volver a sus fiestas.
Hay tantas razones, por las que siempre preferí,
la puesta del sol en la playa.
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