En mis pagos hay un árbol, que del olvido se llama, al que van a despenarse, vidalitay… los moribundos del alma. Para no pensar en vos,

Siete rejas, siete llaves, siete ríos, siete mares. Siete son los que te llevan, siete son los que te traen, siete son mis siete mares.

Pongo en tus manos abiertas mi guitarra de cantor, martillo de los mineros, arado del labrador. Recabarren,

En tu cuerpo a flor de fuego tiene… un temblor de primaveras palomitai un volcan corre tu venas Y mi sangre como grasa tiene palom… en tu cuerpo quiero hundirme palom…

Ingrata goza tu gusto déjame a mi padecer. Que una sola vida tengo y por ti la he de perder. Ay mi palomita

Muy bien, voy a preguntar por ti, por ti, por aquel por ti que quedaste solo y el que murió sin saber. Muy bien, voy a preguntar

Una palabra solamente, cubano, déjame que interrumpa tu trabajo. Yo sé que tu machete está muy alto… más allá del futuro de tus manos, más allá que las puertas del desti…

Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados

En el valle de Pocuno donde rebota el viento del mar donde la lluvia cría los musgos vive Angelita Huenumán. Entre el mañío y los hualles

Con su mejor vestido bien planchad… temblando de ansiedad sus lágrimas… a los lejos gemidos de perros y de… el parque estaba oscuro y la ciuda… Apenas quince años y su vida march…

Voy a hacerme un cigarrito acaso tengo tabaco si no tengo de’onde saco lo más cierto es que no pito. Ay, ay, ay, me querís,

La vida, niña de los ojos negros la vida, de los ojos colorados la vida, tus mayores son mis suegr… la vida, tus hermanos mis cuñados. Ojos negros y pardos

Con el poncho embravecido y el corazón destrozado galopa nuestro bandido matando gringos malvados. Galopa con poncho rojo

La hierba de los caminos la pisan los caminantes y a la mujer del obrero la pisan cuatro tunantes de esos que tienen dinero.