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#EscritoresChilenos
Adiós, corazón amante, ya me voy a padecer, dile al cielo que no muera ay, hasta que te vuelva a ver. Sólo una cosa te pido
Ya se va para los cielos Ese querido angelito, A rogar por sus abuelos, Por sus padres y hermanitos. Cuando se muere la carne
Tan demudado te hei visto que no me querís ni hablar, lo que me das a entender que me querís olvidar. Cuando llego y te saludo
En Arauco una muchacha muy curiosa y sin sentido mató al padre y a la madre por irse con su ser querido. Esta chiquilla diabla
De mi vera te fuiste hasta Santiago, sí, hasta Santiago. De mi vera te fuiste hasta Santiago, sí,
Miren como corre el agua, batallando por la arena, así batalla mi amor cuando le ponen cadenas. Ingrato desconocido,
Atención, mozos solteros, lo que les voy a explicar: no porque tengan dinero digan “me quiero casar”. No digan “voy a gozar”
Anoto en mi triste diario: «Restaurán El Tordo Azul». Allí conocí a un gandul de profesión ferroviario. Me jura por el rosario
Anoche bajó del cielo el astro más reluciente, el resplandor que traía me iluminó de repente, el resplandor que traía
Yo también quiero casarme como todas las demás, pero varón a mi gusto yo no he podido encontrar. Mejor será, señores,
Cómo se han ido volando, ingrato las raudas horas de un tiempo crue… hoy de ti lejos y en otro campo y de ti amigo tan cerca ayer ayer tu mano sentí en la mía
Por este joven que baila me castigo en un convento y la niña que se vaya al séptimo regimiento. Para qué le digo más.
En un carro de olvido, antes del aclarar, de una estación del tiempo, decidido a rodar, Run—Run se fue pa’l norte,
Si lo que amo tiene dueño digo que me moriré, tan lejos venirte a ver mira si no te quedré. Póngame siete botellas,
El huma el humano está formado de un espí de un espíritu y un cuerpo, de un espí