#EscritoresChilenos
Miren como corre el agua, batallando por la arena, así batalla mi amor cuando le ponen cadenas. Ingrato desconocido,
Anoto en mi triste diario: «Restaurán El Tordo Azul». Allí conocí a un gandul de profesión ferroviario. Me jura por el rosario
Arauco tiene una pena Que no la puedo callar, Son injusticias de siglos Que todos ven aplicar, Nadie le ha puesto remedio
Volver a los diecisiete después de vivir un siglo es como descifrar signos sin ser sabio competente, volver a ser de repente
A dónde vas, jilguerillo, con ese abreviado vuelo, anda y llévale un suspiro a la imagen de mi dueño. Andate de rama en rama
Si lo que amo tiene dueño digo que me moriré, tan lejos venirte a ver mira si no te quedré. Póngame siete botellas,
La vida la niña la niña que está bailando la vida se le ve se le ve el borde ´e la enagua, la vida se le ve
Cinco noches que lloro por los caminos, cinco cartas escritas se llevó el viento, cinco pañuelos negros
Una naranja me dieron, a mi dos me la quitaron, entre tres la arrebataron, cuatro por mí se opusieron, cinco la vida rindieron,
El lunes por la mañana saliendo a pasear Ines me encontré con la inhumana y dije postrado a sus pies: Señorita, si me admite
Un bergantín velero los mares cruza con rapidez, no le temo al madero para postrarme niña a tus pies. No me hagas más sufrir
Una copla me ha cantado la prenda que quiero yo, con esa copla a cuchillo me ha desangrado la voz. Pensará que yo no entiendo
Los amores del sacristán son dulces como la miel, amor que no se deseda no puedo, vida, vivir con él.
Imposible que la luna le quite al sol su carrera. Más imposible será quitarme de que te quiera. Quitarme de que te quiera
Ya llegó tu medio amante que medio andaba perdido. Medio te viene a buscar porque medio te ha querido. Medio arrepentido vengo.