#EscritoresChilenos
Amigos tengo por cientos para toda mi delicia yo lo digo sin malicia con verdadero contento yo soy amiga del viento
Pa’ cantar de un improviso se requiere buen talento, memoria y entendimiento, fuerza de gallo castizo. Cual vendaval de granizos
Yo no sé por qué mi Dios le regala con largueza sombrero con tanta cinta a quien no tiene cabeza. Adónde va el buey que no are,
Ya me voy a separar apiádate, corralero, pero tú, precioso cielo, me has pagado con vengar. Yo tengo seguridad
La vida la niña la niña que está bailando la vida se le ve se le ve el borde ´e la enagua, la vida se le ve
M’hijito: llegaste al mundo en hora muy principal. Ya redondeaste un año, yo te vengo a saludar. Que se sienten a la mesa
Cómo se han ido volando, ingrato las raudas horas de un tiempo crue… hoy de ti lejos y en otro campo y de ti amigo tan cerca ayer ayer tu mano sentí en la mía
Maldigo del alto cielo la estrella con su reflejo, maldigo los azulejos destellos del arroyuelo, maldigo del bajo suelo
Una flor voy a nombrar, pero no diré cuál es. Aunque todo lo malicien, esa flor no puede ser El romero no lo quiero,
Una copla me ha cantado la prenda que quiero yo, con esa copla a cuchillo me ha desangrado la voz. Pensará que yo no entiendo
Se juntan dos palomitos en el árbol del amor; fin de la separación que los tenía contritos. Brillaba con sus rayitos
En Arauco una muchacha muy curiosa y sin sentido mató al padre y a la madre por irse con su ser querido. Esta chiquilla diabla
Anoto en mi triste diario: «Restaurán El Tordo Azul». Allí conocí a un gandul de profesión ferroviario. Me jura por el rosario
En un carro de olvido, antes del aclarar, de una estación del tiempo, decidido a rodar, Run—Run se fue pa’l norte,
Tan demudado te hei visto que no me querís ni hablar, lo que me das a entender que me querís olvidar. Cuando llego y te saludo