Ya no eran perfectos. Sus figuras arrugadas, discernían… y habían sido. Dudaban. Ellos ya no comulgaban.

Era la nada, lo intuía. Mezclas de nostalgia, añoranza y c… Todo un vacío literal de calor enm… De témpanos de hielo forjó su arma… La soledad se asentó buscando cobi…

Entrando a hurtadillas, Sigiloso, como lo que se busca a tientas, se aproxima. Entra en secreto,

Estás bajo mi piel, como la marca que deja un zapato a… como el corsé que aprieta, causand… Grito tu nombre, a secas, y eres un sordo errante,

Se pasea la ignorancia, cual atrevida y esbelta. Se pasea por las casas, como si fuera de fiesta. Aquel que la roza, dice,

Estuve pensándote. Recordé, que me prometiste el cielo, el infinito...

Son tus ojos, regalo del cielo. Son tus labios, del rojo carmín. Es tu dulzura,

Entras a mi vida. Sacudes mi mundo. Palpita mi corazón. Calientas mi espíritu. Incendias mi ser.

Ponte la mano en el corazón. Me dijiste: —Piénsame y siénteme. Pongo la mano en mi corazón. Te pienso y sonrío.

Que no se cruce en tu camino, ese , que no ama. Que no te susurre al oído cantos d… No importa que estes endeble, tris… No le escuches,

Cae la tarde Estrellas de verano Nace la dicha...

Despacio, desnudemos sentimientos. Preparo el café y pienso. Te imagino y sonrío. ¡Ingenua yo, que te espero!

«Su mirada» Intensa. Profunda. Rebosante de vida. Culmen de mis sentidos.

Si nos falla la tierra, tenemos el cielo, infinito, eterno! Esa bóveda celeste

Era como el vino francés, ese que sabe a ambrosía. Era exquisito, colmaba y deleitaba los sentidos, con sólo un sorbo.