Cae la tarde Estrellas de verano Nace la dicha...

Una gota de llovizna. Una ola del mar. Un rayo de sol. La brisa del viento. El canto de un pájaro.

Inconmensurables las ganas, las ansias de ti. Tú que enloqueces mis sentidos. Tú, que sacias con espasmos mi cue… Tú que bebes mi sed,

Si nos falla la tierra, tenemos el cielo, infinito, eterno! Esa bóveda celeste

Cierra los ojos. Abre tus brazos. Acércame a ti. Estrecha las distancias. Fluye en mi entorno.

Perdona que te bese. Perdona que te palpe. Perdona que te tiente. Perdona que te abrace. Perdona que me acerque.

Se pasea la ignorancia, cual atrevida y esbelta. Se pasea por las casas, como si fuera de fiesta. Aquel que la roza, dice,

Es egoísmo. Lo sé, No es porque lo quiera. Es que le Necesita.

Agua y Fuego. Verano e Invierno. Luz y Oscuridad. Vacío y Lleno. Igual y Distinto.

Nos creíamos de acero. Pensábamos que una noche, era suficiente. _Qué ingenuos. Cómo si ese encuentro

He aquí la Fe del hombre, perdida. La angustia de una partida. ¡He aquí, el canto que no verás

Entras a mi vida. Sacudes mi mundo. Palpita mi corazón. Calientas mi espíritu. Incendias mi ser.

Ponte la mano en el corazón. Me dijiste: —Piénsame y siénteme. Pongo la mano en mi corazón. Te pienso y sonrío.

Era como el vino francés, ese que sabe a ambrosía. Era exquisito, colmaba y deleitaba los sentidos, con sólo un sorbo.

Es el sonido de tu voz la ola que… Es tu sonrisa pícara el alborozo d… Es tu mirada la daga que clava mi… Es tu calidez la brisa que me susu… Son tus Recuerdos , la Fe , mi es…