Sé que eres tú, Porque al pensarte , sonrío. Y olvido las tristezas.
Amor, que llenas mi ser. Rebozas felicidad. _¿Acaso te busqué? _Fuiste tú, en mi andar. Amor que enternece.
Sí, finalmente. Se despejó el cielo. Y entró La Luz...
Son tus ojos, regalo del cielo. Son tus labios, del rojo carmín. Es tu dulzura,
Eres un amasijo de ternura. Todo junto. Pasión y locura. Mezcla de alquimia prohibida. Renuevas cada instante de mi vida.
Ya no eran perfectos. Sus figuras arrugadas, discernían… y habían sido. Dudaban. Ellos ya no comulgaban.
Si te marchas ya. late mi corazón, muy lentamente...
Vuela allí, paloma blanca y llévale mi señal. El mensaje es que lo anhelo; permanece en mi pensar. No hay día que no suspire.
¡Qué desdicha! _ Clama la vida. ¡Cuánta desazón! _Suspira el corazón. ¡Mala suerte!
Calma tempestad Dispersando tormentas El arcoíris
Entrando a hurtadillas, Sigiloso, como lo que se busca a tientas, se aproxima. Entra en secreto,
«Su mirada» Intensa. Profunda. Rebosante de vida. Culmen de mis sentidos.
Entras a mi vida. Sacudes mi mundo. Palpita mi corazón. Calientas mi espíritu. Incendias mi ser.
Cae la tarde Estrellas de verano Nace la dicha...
Ella era un tallo. Coexistían espinas, hojas y flor, en el mismo espacio.
Te he soñado mucho. He roto mi calma. Para nosotros es tarde, me duele el alma. Habrá más caminos,