Cargando...

Nada debería ser de nadie

Aspiro
el humo de mi cigarrillo
rodeado en mi jardín,
de árboles
y cantos de aves.
.
Mientras fumo
observo
los límites de
mi propiedad.
.
—Un gato ronda por los muros—
.
Me mira
desafiante,
anda cauteloso
como
si por un instante,
no fuera
bienvenido.
Como celoso.
.
Me hace recordar
la lucha
entre Gobiernos
y el curso natural
de los
sucesos.
.
Recuerdo ahora
numerosos
bombardeos,
asesinatos.
límites y fronteras,
normas impuestas;
.
Recuerdo ahora
cuánta gente sufre sin más
por cosas como estas.
Otras obras de Willhelm Tanned...



Top