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EL PAYASO TRISTE.

EL PAYASO TRISTE.
 
Bajándose muy lento del Vagón sonrió
Dijo: Usted que hizo olvidar mi dolor
con su cara pintada y su pelo marrón
podría alegrar otra vez mi corazón.
 
Y aquel triste payaso miró al anciano
le dio su nariz roja y su mano cogió
mientras tiritaba en medio de la función
¡atónita la gente quedó al ver que siempre sonrío!
 
Cogió su caja mágica y se puso andar...
–Me deja– agregó el anciano cerca de la red vial
¡No os tome a mal, iré hacer reír al hospital!
En silencio lloro por los niños que sufren un mal.
 
Levantándose los niños tristes de su cama
antes no habían reído por su enfermedad
desconcertados los médicos, no pudieron ni hablar
al verlos jugar junto al payaso de vestido trivial.
 
Os pongáis a reír, dejará el día de ser gris
es cierto; dijo el payaso que les hacía feliz
¡Nadie piensa!... ¡tras su máscara hay sentimiento!
Mientras otros ríen, sus lágrimas corren por dentro.
 
Oyó golpes en su puerta, era el señor del vagón,
lúcido habló; usted lleva el mejor de los remedios
¿Por favor sabe quién soy? El que en sus días mustios
junto a usted caminó, os digo que soy mismísimo Dios.
 
Bajo el Nombre de Poetita azul®/

Piaciuto o affrontato da...
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