Me han negado
el derecho a la palabra
y obligado
a refugiarme
entre letras vacías
y sin poder
Con sangre
he escrito
murales de piedra
y en ellas he labrado
mi existencia
ante un mundo
que me ha negado
Entre poemas
declare mi amor
y en versos hable
de la soledad
y he dedicado la mayoría
de mis letras
a la muerte y su divinidad
Pero que importa
si lo único que me queda
es un cuerpo sin voz
incapaz ya de decir
lo que añora
al por venir
A mi me gusta
este manicomio
en el que me encerraron
llamado soledad
y las pesadillas
son la mejor parte
de mi día
Se que sólo
me queda
un amor ciego
que no puede existir
y que se ha quedado
sin ganas de vivir
Y en el final
no quedan mas
que poemas
escritos por mi
aunque debo confesar
que yo finjo
ser poeta
para no revelar
que soy un idiota
que no entiende la realidad