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Sed de amores

Los momentos son únicos y al estar presente
se integra un goce enriquecedor.
Al compartir.

De los amores inconclusos traigo
botellas de vinos en mi cuerpo.
Sediento frente al camino, de copas
llenas de vida, de tintos labios femeninos
y de alocadas y bellas formas corpóreas.
Traigo sed.
 
Media decena de amores, más los
que vendrán y cientos de copas blancas
y tintas riegan esta vida mía junto a
la tierna escritura que suele cobijarse
ante el manto oscuro adiamantado,
quien da razón a la inmensa consciencia
amorosa que soy.
 
De amar tus libertades, de amar tus
bellos ojos cegados con el pasado aún
presente, que valentía la mía... de amar
tus miedos, tus inseguridades y tu
ternura aún sabiendo que pronto me
dejaras, o que pronto te dejare.
Tan solo supieras (o tan solo supieran,
mujeres) mujer, la claridad con la que
tus ojos apreciarán el presente,
no por los míos, más por tu propio
mirar, amor.
Que la metamorfosis poética del tema
sagrado que mi ser manifiesta en voz,
arrancará tus oscuros ropajes que no te
permiten la fluidez ante lo natural,
hasta quedar completamente desnuda
para la vida y para mis ojos.
Amor, serán mis manos las que tocarán
tu ser, tu cuerpo... será esta forma de
amar, quien te libere hasta que
comprendas el gozo de la existencia
y la carga energética del roce de los
cuerpos desnudos las que traerán claridad.
Mis ropas cederán si eres consciente
de esto.
 
Ay! Mis amores
mis inconclusos y futuros amores cargan
mi escritura y las bebo en copas de vino
por las noches, podrán imaginar cuántas
veces me he emborrachado creyendo
que este dulce vino proviene de sus
íntimos viñedos.
A mis encantos mujer, no cedas si tu
consciente no está preparado para el
cambio, no, no te ilusiones...
no me arrastres a tu ilusión.
Mis encantos mujer, debes acogerlos
en tu pureza solo así sabremos cuál
es la verdad que nos trae a este encuentro.
No te ciegues con mi luz, esta renacerá
en cada mañana junto al amanecer.
 
Ay! Mis amores
les encanta, pero les atemoriza la idea
de mi verdad, de quien soy.
Un loco, un raro como les cuento con
gracia y que entre risas me dicen,
no... me encantas.
Aún así tengo sed!
Por suerte bebo vino... y aquí pocos o
nadie me entenderá.
 
Y así como bebo y gozo de una buena
botella de buen vino, me entrego al
primer beso que nace sabiendo que
esta pronto a acabar.
Me voy con el primer beso.
Amor, me voy.
Pero amé el presente y no temí al
compartir, todo tiene su fin,
se disfrutara hasta la última copa
y amor, no tengo miedo.
Recuerda, el paladar guarda memorias
amor mío.
 
Así como la vida nos junto, nos separó y
ella misma nos trae al encuentro, pero si
no vienes despierta mi sed irá tras otros
tintos labios dulces, unos desconocidos
labios que sentirán la atracción por esto.
Así sean incorrectos, beberé nuevamente
otras copas y otros labios, pero siempre
avanzare.
Recuérdalo.
 
Solo me quedaré si te logras reflejar en la
vida, de lo contrario me iré, me iré con
los primeros labios que quieran vivir las
experiencias que trascienden este amor.
Este amor que desnuda y que te invita al
abandono de lo vivido y a aceptar
nuestra muerte cotidiana que
conlleva a lo nuevo, a lo que renace.
Tan solo supieras amor, tan solo
caminarás fuera de esa línea roja
que te limita a ir a lo nuevo.
Amor si tan solo te atreves,
estaría brindando junto a ti.
 
Aquí estaré para ti, mujer.
Aquí estaré.

Metamorfosis Poética del Tema Sagrado

Siempre he creído, lo creo y lo manifiesto, que la escritura o la poesía debe transmitir un conocimiento que el lector deba comprenderlo y transformarlo en sabiduría, esta es mi metamorfosis poética del tema sagrado.
Gracias a los lectores y a sus comentarios.

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