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Noche
Porque la noche esta de ojos abierto
Mario Benedetti
La noche eterna nos cubrió,
Siempre eterna
Desde los ayeres desesperanzadores
En que nos cubrió pensando en alcanzar
Nuestra propia alegría
Esa noche, nos cubrió esta noche
La noche eterna dio cabida a versos en la botella arrojados en
El mar del olvido
La noche dio cabida a dejar de lado los sueños
Y verte siempre en mi realidad tan desolada
Tus ojos descubiertos en la noche eterna
Descubrieron todo tu porvenir
Demostraron los cimientos planos de confianza y logros
Demostraron murallas de paciencia y tu mapa a seguir
Marcaron visiblemente un proyecto
Paso a paso aunque todavía no están dados
Aun no dados
Demostraron evidentemente tus arrabales de alegría
Tus sentimientos puestos en custodia de un centinela y casi
Mi Inevitable colapso
—sonreí amablemente
Y me di cuenta que el tiempo nos vio crecer como dos nuevos adultos en la
Niñez de los planes,
Y me di cuenta de que no estuve en esos planes
Ni arrabales de alegría
Ni murallas
Ni sentimientos de confianza
Ni en ese porvenir
Ni en esos embates de planes a quema ropa
Estaré
Solo en los recuerdos
Si en esos si estaré.
La noche eterna, ella envuelve con prósperos
Chispazos de alegría
El fortunio de tus recuerdos futuros
Tus metas
Tus pasos y tu soledad.
Te sonreí de nuevo como perdonándome,
Sentí un nudo en la garganta un adiós corto y con olvido
Pestañe de pronto, descubrí que mis melancolías se fueron
Con tus planes, arrastrados ya fundidas con tu sombra
Te sonreí por tercera vez, tras la batalla de la memoria y el olvido
La única baja fue el descenso de la sonrisa (no es gran cosa)
Pero con la fuerza de dos recuerdos positivos una alegría diáfana
Y mi última confianza (no sé de dónde saque tal fuerza)
Nos dejamos en un “hasta pronto”
No sabiendo que era un adiós entendido por los dos
Los silencios fueron mis fortalezas
Tú esperanza fue mi exilio.
Y mi más sentido pésame al alma.
Me falta el aliento
Me desgarra los ojos de brillo
Y entonces ya asimilado que el adiós ya tenía sabor a aires de cambio
Un adiós tantas veces ya dicho, surgió del silencio
Un adiós casi no queriéndolo, pero esperado
Lo aceptamos por encimas de ese amor muerto
Después de ese hasta luego con un adiós incluido y ese amor ya sin esperanzas
Sin resabios
Sin aliento
Y con propuesta de olvido
Ese amor yacio muerto a media calle y sin aliento.
Hora de muerte 27.abril y abismo.
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