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LOS ÚLTIMOS VERSOS

Soltaste nuestros sueños, renunciaste a mi amor y solo sigues “queriéndome” por compasión,
Tus ojos brillaron por otra sonrisa, yo me quedo aquí deseando que el tiempo lleve prisa y que
Este amor en vano se lo lleve la brisa, poder verte feliz sin sentir agonía, mirar cómo eres feliz
Aunque rompas la vida mía.

Ser la estúpida que siempre está para ti, en tu felicidad, en tu tristeza, ser quien coloque
Esa tiara en tu cabeza, princesa.... Princesa de otro reino, te entregaste a otros labios, a otros brazos, tu abandono me rompió en mil pedazos, pero, ni al caso, a fin de cuentas tendré que acostumbrarme al fracaso, borrar ese pensamiento de que contigo sería diferente, no llorar si un día te veo caminar de su mano entre la gente.

Renunciaste a mí, pero no te preocupes que yo no lo haré,
Renunciaste, pero no te olvidaré y aunque me haga daño, para ti siempre estaré, porque
El tiempo en que me amaste fuiste todo lo que soñé.

Que frías están mis manos, que fría es la vida misma, mis lágrimas y hasta mis sonrisas, que con tu fuego un día se quemaron y se convirtieron en cenizas que hoy se lleva el viento, así como de olvidarte mis intentos, y esos 11:11 que tanto te gustaban, esas conversaciones en las madrugadas hoy se desploman abandonadas.
Es ridículo que sea feliz con cosas que me dices en borracheras, pero ese día volviste a ser conmigo quien antes eras, la mujer que nunca podré recuperar, la misma a la que me cansé de esperar porque sé que tu decidiste olvidar, volver a comenzar, buscar en sus palabras la magia que a mí me faltaba o en sus abrazos el calor que yo no te daba, decidiste que no teníamos futuro, te envidio por asumirlo, para mi es demasiado duro.
Renunciaste a mí, pero no te preocupes que yo no lo haré,
Renunciaste, pero no te olvidaré y aunque me haga daño, para ti siempre estaré, porque
El tiempo en que me amaste fuiste todo lo que soñé.

Miré al cielo para contar las estrellas que me pediste que contara si quería saber cuánto me amabas y estaba nublado, y aunque la tempestad había pasado ni una estrella había asomado, no puedo evitar llorar en las noches cuando más fuerte me aferro a los recuerdos y sé que no es de cuerdos pensar en momentos muertos, frases que no volverán, historias que al igual que este poema con un punto acabaran.
Renunciaste a mí, pero no te preocupes que yo no lo haré,
Renunciaste, pero no te olvidaré y aunque me haga daño, para ti siempre estaré, porque
El tiempo en que me amaste fuiste todo lo que soñé y a pesar de que duela, estos serán los últimos versos que para ti escribiré.

Preferido o celebrado por...
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