#EscritoresArgentinos
Ante todo una mancha roja, de un rojo débil pero no sombrío y ni siquiera opaco. La mancha configura un sombrero colorado que se inserta en el color arena húmeda del suelo compuesto por...
una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío
Había un hombre que vivía junto a un cementerio y nadie preguntaba por qué. ¿Y por qué alguien habría de preguntar algo? Yo no vivo junto a un cementerio y nadie me pregunta por qué. Al...
De aquí partió en la negra noche y su cuerpo hubo de morar en este… en donde sollozos, pasos peligroso… de quien no viene, pero hay su pre… amarrada a este lecho en donde sol…
¿Y si nos vamos anticipando de sonrisa en sonrisa hasta la última esperanza? ¿Y qué? ¿Y qué me das a mí,
en nastalgique je vagabandais par l’infini. C.de G La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente.
Los ausentes soplan grismente y la… La noche tiene el color de los pár… Huyo toda la noche, encauzo la per… canto para mis males, pájaros negr… Grito mentalmente, me confino, me…
Estallará la isla del recuerdo. La vida será sólo un acto de cando… Prisión para los días sin retorno. Mañana
El sol como un gran animal demasia… ayude. Nada más peligroso, cuando… Pero a mi noche no la mata ningún… ¿Tendré tiempo para hacerme una má… Me pruebo en el lenguaje en que co…
Y sobre todo mirar con inocencia.… Pero a ti quiero mirarte hasta que… filoso de la noche. Como una niña de tiza rosada en un… Como cuando se abre una flor y rev…
Insiste en tu abrazo, redobla tu furia, crea un espacio de injurias entre yo y el espejo, crea un canto de leprosa
Si te atreves a sorprender la verdad de esta vieja pared; y sus fisuras, desgarraduras, formando rostros, esfinges, manos, clepsidras,
Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla. Mi infancia y su perfume
Cuando me miras mis ojos son llaves, el muro tiene secretos, mi temor palabras, poemas. Sólo tú haces de mi memoria
Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte