#EscritoresEspañoles (Amores amoríos) y
No sé como no florecen las tejas de tu tejao, estando tú ebajo de eyas, primaverita de Mayo
De aquel amor guardo siempre, como reliquias sagradas una rosa y un recuerdo un suspiro y una lágrima. Misterios de mi ternura:
Quiero y no quiero decir, y estoy sin decir diciendo quiero y no quiero querer, y estoy sin querer queriendo
Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.
Como se arranca el hierro de una h… tu amor de las entrañas me arranqu… aunque sentí al hacerlo que la vid… me arrancaba con él.
Todas las flores der campo ze han puesto er traje de gala, y tambien er zó se ha puesto zu corana de oro y plata. En er cielo está la luna
Dos vereítas iguales: ¡cuár de las dos cogeré! si cojo la de mi gusto mi perdisión ha de sé
Tengo unas calabazas puestas al humo; ar primero que pase se las emplumo.
La acción, en Andalucía Sevilla, calle Alminar. Salita fresca y sombría; menaje de buen pasar; hora, la del mediodía.
La que quiera como yo, sepa que yo le deseo un novio de lo mejó: torpe o listo, guapo o feo, ¡pero sangre gorda no!
Ha dicho un célebre autor que en cualquier juego de amór, ya dificil, ya sencillo, como entre a jugar un pillo... ¡el pillo es el ganador!
El ideal del cariño: encontrar una morena graciosa, bonita y buena: casarse… y tener un niño
No pases más por mi casa, que la gente es muy chismosa; yo no paso por la tuya, y estoy allí a todas horas.
Dime, «¿por qué es ese llanto?» «Por una ilusión perdida, por una reciente herida, por un nuevo desencanto...» «Pues no llores más... y olvida»
También después de una pelea hay un cuartito de hora bueno en que el cariño saborea la miel que sale del veneno.