#EscritoresVenezolanos
Madre, si me matan, que no venga el hombre de las sill… que no vengan todos a pasar la noc… rumiando pesares, mientras tú me l… que no esté la sala con los cuatro…
Me muero por preguntarte si es igual o es diferente querer y amar, y si es cierto que yo te amo y tú me quieres. —Amar y querer se igualan
La sombra de una duda sobre mí se… cuando llega el arrullo de tu voz… miedo de conocerte; pero en el mie… pasión, que me parece que ya te he… Yo adiviné el misterio cantor de t…
Desde el árbol más alto, donde se… colgado de la cola al pico de una… con las manos tendidas, nos saluda…
¡Ah mundo! La negra Juana, ¡la mano que le pasó! Se le murió su negrito, sí, señor. —Ay, compadrito del alma,
De un amor que pasó, como un paisa… visto del tren, cuando se va de vi… de un romance de un mes, en un cob… del llano, una mujer me dejó un hi… Ella murió, y abrieron una fosa,
Al hombre mozo que te habló de amo… dijiste ayer, Florinda, que volvie… porque en las manos te sobraban fl… para reírte de la Primavera. Llegó el Otoño: cama y cobertores
No son para la Lira manos que odi… ¡para cantarte me he pulsado el al… Con un temblor de novia que se ini… con un azoramiento de novicia, el candor de las páginas, rebaño d…
Subiendo hacia San Félix, donde e… donde el río enseña, bien cerrados… los dos puños de Piar exprimiendo… subiendo hacia San Félix vimos el… que hacía el arco indio sobre su c…
Siempre es el mar donde mejor se q… fue siempre el mar donde mejor te… al amor, como al mar, no hay quien… ni al mar, como al amor, quien lo… No hay quien como la mar familiari…
La última noche que pasamos juntos… lo preguntó: —¿Cuántas estrellas tiene el cielo… —Trescientas cincuenta mil. —¿A que no?
Alacrán de orilla. comadre de orillera, oculta, como una mala intención, enconosa, como una mala lengua. Quizá no entra al Río
Cuando tú te quedes muda, cuando yo me quede ciego, nos quedarán las manos y el silencio. Cuando tú te pongas vieja,
Siete caballos, como traílla, sin rienda ni silla, por siete caminos vienen en tropel… como una traílla de grandes mastin… espesos de espumas, de nervios, de…
A un año de tu luz, e iluminado hasta el final de su latir, por el… desanda el viaje el corazón cansad… De tu voz, de tu mano y de tu huel… retorna a la niñez, donde palpita