#EscritoresEspañoles
Siempre, cuando me despierto, sonrío y pienso: Hoy sucederá algo grande, maravilloso, perfecto; hoy se cumplirá sin duda
Quietos en la noche clara. Mi cara junto a tu cara; la misma luna nos baña. Piel contra piel, en mi cuerpo siento el ritmo de un latido
Ángeles tuyos, gerardo, por vientos y nubes blancas de un mundo inventado adrede dibujan las coordenadas. Ángeles de X a Z
¡Corre que te corre! ¡A correr, mi niño, sobre la hierba verde y el tomillo! ¡A correr, que el viento
Ola cuajada en la piedra con espuma de romero, hasta tu desnuda cima me has levantado sin vuelo. Sobre tu lomo clavada
Abre tus ojos anchos al asombro cada mañana nueva y acompasa en místico silencio tu latido porque un día comienza su voluta y nadie sabe nada de los días
Si un niño agoniza, poco a poco, e… con el vientre abombado y la cara… Si un bello adolescente se suicida… tan sólo porque el alma le pesa de… Si una madre maldice soplando las…
Cuando nace un hombre siempre es amanecer aunque en la a… la noche pinte negros cristales. Cuando nace un hombre hay un olor a pan recién cocido
Cuando caí de Ti a la dura tierra… cuando me hallé, caliente de tus m… desnuda y con gemido entre los hom… era tu propio aliento el que llena… mis frágiles pulmones encerrados
Yo pasaré y apenas habré sido, —frágil destino de mi pobre arcill… Hijo, cuando yo no exista, tú serás mi carne, viva. Verso, cuando yo no hable,
“—¡Orza la barra!... ¡A estribor!… ¡Izad el trinquete!... ¡Avante!..… Las cuatro sillas navegan por los mares orientales... El cinturón erizado
¡Qué dulces las uvas dulces! ¡Qué verdes tus ojos claros!... Tú me mirabas, mirabas; yo comía, grano a grano... Y de pronto te inclinaste,
Mujer de barro soy, mujer de barro… pero el amor me floreció el regazo… Mujer ¡Cuán vanamente, cuán ligeramente me llamaron poetas, flor; perfume!
—Mamá, yo quiero la luna. —Hijo mío, está muy alta. —Mamá, yo quiero un caballo. —Hijo, si no tienes cuadra. —Mamá, yo quiero un pececito.
No aurora fue. Ni llanto. Ni un i… bebió la luz. Sus ojos no tuvieron color. Ni yo miré su boca tierna..… Ahora, ¿sabéis?, lo siento. Debisteis dármelo. Yo hubiera deb…