¡Madre Locura! Quiero ponerme tus… Quiero en tus cascabeles beber la… y al son de las sonajas y de las p… frivolizar la vida con divina inco… ¡Madre Locura! Dame la sardónica…
Melancolía, madre mía, en tu regazo he de dormir, y he de cantar, melancolía, el dulce orgullo de sufrir. Yo soy el rey abandonado
Te haré una rima de encaje con sut… cantaré a tus ojos puros una canci… y soñaré con el coro de tus cabell… mañana primaveral. (...)
Vistió mi juventud oro y brocado. En su copa de púrpura embozada, la mano sobre el pomo cincelado de su sutil y florentina espada, la blanca pluma del chambergo al v…
¿Qué habrá sido de aquella morenit… trigo tostado al sol –que una maña… me sorprendió mirando a su ventana… Tal vez murió, pero en mí resucita… Tiene en mi alma un recuerdo de he…
Lola, para que cante yo todos tus… necesito el aperitivo que regenera… las lejanías glaucas de una feraz… y el geométrico ritmo de los antig… La pedrería exótica, los esmaltes,…
Mi juventud se torna grave y seren… un vespertino trozo de paisaje en… la ebullición sonora de aquel prim… primaveral, deshízose lentamente e… Tu risa de oro, de cristal, de pla…
Era un sueño muy dulce y lejano... En la verde y floreada alameda con la vaga tristeza de un piano se juntaba el frúfré de tu seda. El camino era largo; las flores,
Oh! tarde dolorosa que con tu ciel… finges las alegrías de un declinar… ¡Tarde! Las hojas secas en su dol… van llenando mi alma de un angusti… La risa de la fuente me parece ser…
Fundiendo el oro de tu belleza con el tesoro de mi tristeza, fabricaré yo un cáliz de áurea rea… en donde, juntos, exprimiremos
(...) Por el jardín de primavera yerra una brisa suave... (...Era su rubia cabellera como el ala de un ave
En el blanco cementerio fue la cita. Tú viniste toda dulzura y misterio, delicadamente triste… Tu voz fina y temblorosa
Mes de alegría. Brisas de aromas y melodías tuvo al llegar; galas variadas las mariposas, pureza el fuego, grandeza el mar; y esas lágrimas
La pena… La melancolía… La tarde siniestra y sombría… La lluvia implacable y sin fin… La pena… La melancolía… La vida tan gris y tan ruin.
Una tela de araña temblorosa bajo el pálido beso de la luna. Una rosa otoñal, un lirio, una rosa que se deshoja silenciosa. La queja apasionada y dolorosa