#EscritoresCubanos
Viajera peninsular Cómo te has aplatanado, Qué sinsonte enamorado Te dio cita en el palmar. Dejaste viña y pomar
Adónde fuiste, ángel mío, en la última travesura? Tal vez quiso tu ternura mudarse para el rocío. Te fuiste como en el río
IX No me asusta morir... Sólo lament… no tener ojos para ver las cosas que se transformarán: zarzas en ro… lobos en hombres, polvo en monumen…
¡Primero de Enero! Luminosamente surge la mañana. ¡Las sombras se han ido! Fulgura… de la redimida bandera cubana. El aire se llena de alegres clamor…
Llegaste, viejo turista, todo empolvado de olvido y te ha rejuvenecido tu verde y azul conquista. Ebria se quedó tu vista
Y tu sombra va detrás... ¿A qué sombra te refieres? Tú no tienes sombra, tú eres Una sombra nada más. Siempre una sombra serás,
No hay iris. Se difumina el color de las violetas y convivo con siluetas en un mundo de neblina. Una mujer me encamina
Tiene forma de cráneo el firmament… y todo está ordenado tan simétrica… tan familiar, que hay relaciones entre la luna y la pleamar, entre un grano de arena y un plane…
Junto a mi cabecera una mujer marchita, celosa de la muerte, está velando día y noche, atenta a mis orines y mis heces fe…
Martí —antecesor de Mella, Martí de pluma y machete, Improvisado jinete Sobre crinada centella—. Por convertir en estrella
Como la luna lejana, estoy distante de ti; y a la vez que estoy aquí me estoy viendo en tu ventana. Así que ya estás cercana
Donde en caballo de millo jineteaba la ilusión. En una Y griega del monte y una piedra del camino anda la muerte de un trino
Vengo de allá de la ciénaga, del redimido pantano. Traigo un manojo de anécdotas profundas, que se me entraron por el tronco de la sangre
Llovizna, está gris el cielo, En el aire, qué humedad, Como si en la inmensidad Alguien cepillara hielo. Hilo elástico de vuelo
Mi verso trasnochador Cuando a caminar empieza, Igual que un ciego tropieza Entre la espina y la flor. Mi verso es un ruiseñor