#1931 #EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos #SóngoroCosongo
Para hacer esta muralla, tráiganme todas las manos: los negros, sus manos negras, los blancos, sus blancas manos. Ay,
Si yo pudiera viajar hacia la Luna, viajara, pero señor, para averiguar si tiene limpia la cara.
Yo soy borracho. Me seduce el vin… luminoso y azul de la Quimera que pone una explosión de Primaver… sobre mi corazón y mi destino. Tengo el alma hecha ritmo y armoní…
La palma que está en el patio, nació sola; creció sin que yo la viera, creció sola; bajo la luna y el sol,
La chiquita que yo tengo tan negra como e, no la cambio po ninguna, po ninguna otra mujé. Ella laba, plancha, cose,
Stalin, Capitán, a quien Changó proteja y a quien r… A tu lado, cantando, los hombres l… el chino, que respira con pulmón d… el negro, de ojos blancos y barbas…
El Sena discurre circunspecto; civilizada linfa que saluda en silencio sacándose el sombrero.
Ana María, la trenza que te cae sobre el pecho, me mira con ojos de serpiente desde su piel torcida.
¡Oh Camagüey, oh suave comarca de pastores y sombreros! No puedo hablar, pero me gritan la noche, este misterio; no puedo hablar, pero me obligan
Olas de gordo aceite son mis días: pasan tan lentamente que no pasan. Los hombres a mi lado miran, pasan… lentos también como mis lentos día… El futuro está ahí, lleno de días,
No Cortés, ni Pizarro (aztecas, incas, juntos halando el… Mejor sus hombres rudos saltando el tiempo. Aquí, con sus… Aquí, con sus callosas, duras mano…
Si es que me quieres matar, no esperes a que me duerma, pues no podré despertar. Muerto, ay, muerto y también dormido,
Chile: una rosa de hierro, fija y ardiente en el pecho de una mujer de ojos negros. right—Tu rosa quiero. (De Antofagasta vengo,
Noticias de buena fuente denuncian hechos muy malos; que están repartiendo palos desde Oriente hasta Occidente. El ejército, obediente
No sé. Lo ignoro. Desconozco todo el tiempo que andu… Sin encontrarla nuevamente. ¿Tal vez un siglo? Acaso. Acaso un poco menos: noventa y nue…