Reconozco
Reconozco que he sido afortunado
con la mayor fortuna posible,
esa de nacer fruto de amor pleno
y crecer sin mayor sobresalto.
Reconozco que mi mundo ha sido sereno, un claustro amable,
donde siempre fue la razón el argumento
y no la fuerza del tormento.
Reconozco que he sido amado
con dulces momentos y algunos tan tiernos,
que torpemente he sentido mi trabajo ya hecho.
Reconozco que he perdido,
con la pérdida mayor, la distancia y olvido,
del que creí logro de vida, al fin construido.
Y lo peor es que lo hice con los ojos abiertos
y el corazón a pleno latido.
Reconozco que algo he aprendido
y pido perdón, perdón si dolor he generado,
aunque haya sido sin desearlo,
ahí está y marca varios tramos del camino,
donde llegué y hasta donde pude realmente haber ido.
Reconozco que entendí mucho de lo vivido,
reconozco también que otro tanto aún no tiene sentido,
siento claro y fuerte que lo se fue ya no vuelve
y que lo comido y bailado estará siempre presente.
Lo reconozco y aunque duela, soy sincero,
reconozco que cada día parto de cero.
