#EscritoresArgentinos
No hay que llorar porque las plant… no hay que estar triste si una vez más la rubia carrera de… ese permanecer en tanta fuga. Porq… constante en su inconstancia cuand…
En un principio cabe el desconcier… si detrás de la sombra no hay fana… y al nacer siguen sombras vesperal… y al lado del desierto hay más des… y ya no es cierto aquello que era…
Hablen, tiene tres minutos De vuelta del paseo donde junté una florecita para ten… y bebí una botellas de Beaujolais,… donde bailaba un oso luna,
Claro que sos mi camarada porque sos más, sos siempre más. Hay la ruta en común, el horizonte dibujado con lápiz de esperanza, hay la amargura del fracaso
Te amo por ceja, por cabello, te d… blanquísimos donde se juegan las f… te discuto a cada nombre, te arran… voy poniéndote en el pelo cenizas… que dormían en la lluvia.
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacer...
ya van cayendo, saben que es nuestra noche, con el pelo… suben los cuatro pisos, y las viej… de los departamentos las espían Leonora Carrington, mirala,
Ya mucho más allá del mezzo camin di nostra vita existe un territorio del amor un laberinto más mental que mítico donde es posible ser
Con qué tersa dulzura me levanta del lecho en que soñaba profundas plantaciones perfumadas, me pasea los dedos por la piel y m… en le espacio, en vilo, hasta que…
En el tabaco, en el café, en el vi… al borde de la noche se levantan como esas voces que a lo lejos can… sin que se sepa qué, por el camino… Livianamente hermanos del destino,
Búscala, está. No todas son tinie… en el cristal teñido de tus niebla… y quizá fuegos hay donde mirarnos; busca, te ruego, el fuego con las… del dolor y el amor, que son herma…
Por veredas de sueño y habitacione… tus rendidos veranos me aceleran c… Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y… pero qué falta, dime, en la tarjet…
De pibes la llamamos: “la vedera” Y a ella le gustó que la quisiéram… En su torno sufrido dibujamos Tantas rayuelas. Después, ya más compadres, taconea…
Extraño la Cruz del Sur cuando la sed me hace alzar la cab… para beber tu vino negro medianoch… y extraño las esquinas con almacen… donde el perfume de la yerba tiemb…
Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo, como un perro que pasa, una colina… esas cosas de nada, cotidianas,